jueves, 18 de noviembre de 2010

I Matinal en el pueblo del semáforo ENGUERA

Una semana después de Arévalo estaba programada una matinal en Enguera. Convocada por Águila Culebrera, ya que era la I Matinal de su pueblo. Llamado como bien reza el título, el pueblo del semáforo. Yo no entendía muy bien el cachondeo que se llevaban con el dichoso semáforo. Solo hay uno en el pueblo. Lo entendí cuando llegamos. Pero empecemos por el principio.
Había mucha gente apuntada para asistir y es que Aguila Culebrera es de esas moteras de rompe y rasga, en todos los sentidos. Actualmente ha sido nombrada Embajadora de la Asociación Espíritu Custom Solidario, del foro Espíritu Custom. Una tía muy querida por todos, por su forma de ser. Extrovertida, alocada, no para un momento. Organiza una ruta, salida o viaje y antes de empezarlo ya está organizando otro. Un sinvivir, oyes. Y la gente respondió. Unas 20 personas apuntadas para asistir. Cita, como siempre en la Pink Panther de Valencia y a las 10:00 en el cafestore de Masalaves, segundo punto de encuentro, cuando se sale hacia aquella zona, claro.
Quería haber llegado muy pronto, pues no quería encontrarme con tanta gente así de sopetón. Si llegaba pronto iría saludando poco a poco a los conocidos y a los nuevos por conocer. Sabía que venían los que estuvieron en Arévalo, y algunos otros con los que había compartido ya las matinales de La Pobla de Vallbona y Torrent y Bicipalo, con el que por fin podría rodar. No siempre puede escaparse para estos menesteres. Y llegué tarde, para lo que yo quería, pues la acera del lavadero de coches ya estaba repleta de gente y motos. Detuve la moto y tímidamente saludé a Bicipalo y a los que estaban más cerca. De pronto se me vino una chica encima con las alas abiertas, digo, con los brazos abiertos: Aguila Culebrera, que oficiaba de anfitriona. Había venido desde Enguera para acompañarnos. Presentaciones, saludos, parabienes... (Como siempre en estas primeras salidas las fotos no son mías sino rapiñadas de alguien. En este caso de Águila y Torres)




Así pues, estábamos todos y había que ponerse en marcha. Águila encabezó el largo dragón hasta el cafestore de Masalaves. Pero antes de la partida, fotito para el recuerdo.




Rule tranquilo hasta Masalaves, donde recogimos a los de allí. Eran más de las 10:00 cuando salíamos del cafestore. Era un poco tarde ya. Desde allí, todo autovía hasta el desvío a Enguera. El viaje sin contratiempos. A la entrada del pueblo nos detuvimos a esperar a los que venían de Alicante y Murcia. Una vez todos reunidos en la entrada del pueblo, Águila nos aleccionó: Había que hacer el mayor ruido posible. Estaba en su salsa. Se presentaba en su pueblo con una banda de moteros malos, malotes y ella a la cabeza del dragón. La verdad es que nos hicimos notar. Aparcamos donde pudimos y nos fuimos a almorzar. Y menos mal que teníamos enchufe. Ya no quedaban camisetas, así es que nos cambiaban la camiseta por otra bebida. Las camisetas se las darían a Aguila para que ella las distribuyera otro día. En cuanto a los bocatas, quedaban pocos y fríos. Pero como teníamos enchufe nos prepararon calientes. A decir verdad, yo me cansé de esperar y me pillé uno frío.
No quedaba casi nadie ya almorzando. Vi desilusionado como mientras nos sentábamos a almorzar salían todas las motos de ruta. Nosotros nos quedábamos a almorzar. 



Fue una larga sentada. Estuve con Bicipalo de charreta. Empezaron los sorteos, los premios. Águila se llevó varios, incluidos un par que le dieron los Dracs. Al parecer, ella perteneció en su día a los Dracs de la Llum, pero ya no llevaba el parche en la espalda. En su lugar lleva un águila con las alas desplegadas. Tampoco he querido preguntar mucho por el tema. Bicipalo tenía que volver pronto a casa y se despidió. Antes de la desbandada general tocaba hacerse la foto con el famoso semáforo.



Entonces entendí el cachondeo. Es un semáforo de una única luz roja. Siempre encendida. Nunca se pone verde. Está allí para indicar que por esa calle no se puede entrar... Y digo yo, una señal de prohibido no sería más baratooooooooooooo. Joder con el semáforo. Cosa más inútil, por dios. Enfrente del semáforo también había una señal graciosa, que vi repetida por otras calles del pueblo. Una señal de velocidad máxima 10 por hora y un mensaje debajo: Velocidad Humana. Alguien hizo una foto, pero no la he podido localizar.
En fin, una nueva matinal, donde acabé pensando lo mismo de siempre. ¿Qué pinto yo aquí? Está bien conocer gente y relacionarte, pero yo lo que quiero es rodar. Siempre tengo la sensación de estar fuera de lugar.
De vuelta, todo autovía hasta casa y hasta la próxima salida.

Si queréis ver más fotos de la matinal con los que allí asistieron mirad la Crónica de Águila y el blog de Torres que por cierto, apareció allí por sorpresa.

2 comentarios:

  1. Este tipo de reuniones tienen cierto encanto. Yo al final dejé de salir en grupo e ir a reuniones de mas de 2 o 3 motos. Cuando abusas de ellas, si vas a demasiadas asi, puede ocurrir que conozcas la cara B de las motos.

    Un saludo.

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  2. A dia de hoy ya he cambiado el chip, lo que pasa es que intento hacer un relato cronologico y me tengo que poner al dia.

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