sábado, 27 de julio de 2013

Por un lugar de la Mancha... Parte I

Pues sí, no tengo perdón... Un año de retraso, jejeje, pero así vienen las cosas. Aquí se quedó el blog, justo en la víspera del viaje del aniversario. Pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena. Sin más preámbulos, ni excusas, ni disculpas, vamos a ello, que el viaje fue intenso y muy gratificante. 

Como siempre, demasiado ambicioso. Al final no vimos ni la mitad de lo que llevaba previsto, pero me doy por satisfecho, pues hay salidas previstas para aburrir. 
La zona, como reza el título de la entrada ya imaginaréis por dónde discurrió. Pues eso, si el año pasado le tocó a la Vieja Castilla, este tocaba la Nueva. Y el caso es que el título de la entrada me suena, podría ser un buen inicio de una gran novela. Igual me decido y me pongo a ello, si no se me adelanta algún espabilao chupatintas... En realidad el viaje transcurre por la Mancha, pero el objetivo final era Extremadura. Pero vamos por parte.

Foto de rigor para deja constancia del kilometráje realizado


"Sosiego" con la cara lavá y recién peiná...


¡Qué! ¿Que no está limpia? Amos hombre... Si brilla como los chorros del oro...


Ahí queda eso... Y el dolor de riñones...


Últimos ajustes, no vayamos a perder el equipaje. Sorprendente que Pili se haya convencido de que con la moto no se puede llevar la maleta grande y se debe limitar al cofre, rulo y, aunque intento evitarlo, una alforja.


En fin solo falta poner en marcha el cacharro y caminito, que el viaje es largo. Ha llegado el momento de darle sentido a la llegada precipitada y algo inconsciente de "Sosiego". Me resistía a hacer este viaje en lata.


Domingo 22 de julio de 2012. Salimos tempranito rumbo a Manzanera, donde estaba previsto almorzar y hacer el primer repostaje. Desde el principio está previsto descartar cualquier carretera que no tenga un carril por sentido. Nunca lo puedes cumplir, pero se intenta.
Pronto, demasiado pronto nos encontramos con el primer contratiempo. Persona de ideas fijas, había dicho de repostar en Manzanera, así es que paso de largo la gasolinera de Rubielos. A diez kms de Manzanera me marca la reserva. Tranquilidad que llegamos a Manzanera sin problemas. Llegar, llegamos, pero la gasolinera estaba cerrada. Nada, almorzamos y esperamos a que abra... ya en el bar nos dicen que la gasolinera está cerrada. Yampezamos. Si seguimos hacia delante no llegamos a la próxima gasolinera. Hay que volver a la Estación de Rubielos. Cachis. 30 kms tontos de más. Pero bueno hemos salido a rodar ¿no? Si, pero no  lo tonto.
Tras el pequeño contratiempo ponemos rumbo a la Mancha a buscar la N420 por Cañete hacia Cuenca para empezar a bajar hacia nuestros dos primeros objetivos en forma de castillos. Tenía más previstos antes de llegar a Mota del Cuervo para comer, pero el tiempo nos apretaba ya.

Esto, creo que hemos llegado a la Mancha...


Primera visita. Interesantísimo castillo reconstruido entre los siglos XIV y XV sobre uno anterior, musulmán del XII. La Puebla de Almenara, Cuenca. Muy deteriorado como se aprecia en la foto, aunque se conserva gran parte de la estructura exterior. Al parecer, se cree que fue baluarte muy activo durante el  s XII por su carácter fronterizo en la época. Una vez más sigo sin entender cómo dejamos que este pedazo de nuestra historia se caiga a cachos.


No me pude acercar, pues el acceso como se aprecia en la siguiente foto es un camino de tierra bastante inestable. El paseíto era considerable y no podíamos dejar la moto cargada con todos los bártulos, ni hacer el paseo ataviados con los pertrechos moteros. Estábamos en la Mancha y a esas horas el sol comenzaba a cascar de lo lindo. El castillo no se va a caer de la foto, más bien era yo el que se caía haciendo la foto desde la moto en equilibrio precario...


Por si alguien dudaba de que nos encontrábamos en tierras de don Quijote. Aquí un gigante.


Y aquí una giganta.


Efectivamente nos acercábamos a una de las joyas del viaje. A pesar de conocerlo ya por haberlo visitado en lata en la etapa anterior de cazador de castillos no deja de ser impresionante. No podía dejar de pasar y visitarlo. El castillo de Belmonte


¡Que no! Que la foto no es de aquel primer viaje en lata. Qué desconfiados...


Sencillamente impresionante. Por fin algo bien conservado. Data del siglo XIV, es visitable y actualmente está en uso, para eventos y celebraciones.


Da gusto visitar estos pedazos de nuestra historia cuando se han hecho las cosas bien. El pobre castillo de la Puebla de Almenara no ha corrido la misma suerte y por reconstrucciones virtuales debió ser igual o hasta más impresionante que este. Pero en fin... Si queréis conocerlo más a fondo os dejo la web oficial del Castillo de Belmonte


Hay que comer y nos aproximamos al lugar elegido para comer, Mota del Cuervo. El calor aprieta y el asfalto se pierde en lontananza... La Mancha en su máxima expresión en cuanto a carreteras se refiere.


Parada para comer. Vamos asados como pollos al horno y aunque son cerca de las 16:00 nos dan de comer sin ningún problema. Buen menú en un restaurante dentro de Mota, en la misma carretera. No recuerdo quien me lo recomendó exactamente, pero fue uno de los Rocinantes de Acero. Un saludo y gracias Rocinantes. Por cierto, hace mucho que no sé nada de ellos. Bueno ni de ellos ni de nadie. Cada vez soy más autista, jajaja.

Repuestas las fuerzas, seguimos camino.

"En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.
—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza."

Efectivamente, Campos de Criptana. Hemos cogido rumbo a Toledo y no podíamos pasar de largo sin visitar un cachito de nuestra muy querida literatura y los famosos gigantes de don Quijote.

"—Aquellos que allí ves —respondió su amo—, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla."
Acercándonos a Toledo, parada obligada en Consuegra. más molinos de luengos brazos...


Y su castillo. Vamos teniendo suerte, a medias. A medias porque también lo están reformando (buena señal), pero debido a la hora y que había una boda, no pudimos visitarlo. Además debíamos llegar a Toledo a hacer noche.


Fortaleza que tiene su origen durante el Califato de Córdoba fue conquistado para los reinos cristianos a finales del s. XII y cedido por Alfonso VIII a la orden de San Juan de Jerusalén.


En proceso de restauración, de lo cual me alegro.


Desde aquí a Toledo fue donde más castillos quedaron pendientes de visita. Siempre abarco más de lo que puedo. Pero más vale dejar de ver cosas, que andar cruzado de brazos sin saber que hacer por no prevenir la ruta cuando de ver estos testigos mudos de nuestra historia.

"Llegué a Toledo y posé
contra la ley y estatutos
siendo poeta, en mesón,
habiendo casa de Nuncio."



Dejamos los bártulos, la moto en el parking del hotel, justo en la puerta de la Bisagra


Y nos dispusimos a vivir la noche de la capital de Al-Andalus. Ya había estado en Toledo y no me gustó nada en mi primera visita. Esta vez me encantó. Pasamos una noche muy agradable. Había espectáculo musical y visual por la ciudad. Aunque el espectáculo visual lo di yo. No llevábamos crema solar y Pili entró en un mercadona de Consuegra a comprar. Pero como en bote pequeño solo había con purpurina parecía yo una luciérnaga por la noche de Toledo. Pili, esto no es serio. Un rudo motero brillando como si vistiera lentejuelas... A dormir que mañana nos espera nuevas experiencias.

Se me olvidaba la anécdota de la noche. El GPS no cargaba encima de la moto. Como confíaba en que no se descargaría no cogí cargador de pared. Había que encontrar cable como fuera. Las 9 de la noche. Difícil. En el Hotel me lo pusieron muy negro. La única solución era salir a las afueras en busca de algún centro comercial. Estaba en la puerta del hotel valorando qué hacer cuando veo en el establecimiento de al lado al hotel un locutorio de musulmanes. Entro a ver si hay suerte y allí tenían el famoso cable. Problema solucionado y me acordé del recepcionista del hotel y de algunos de sus familiares, jajaja. A veces la solución a los problemas la tienes en las mismas narices y te complicas la vida en soluciones complejas...

Ahora sí, a dormir.