sábado, 23 de octubre de 2010

La primera salida en solitario

Pues una semana la moto en casa y moviendola lo justo, para enseñarla aquí y allá. Cualquier excusa era buena para sacarla a pasear. Había decidido llevarla al Instituto, pues para eso me había sacado el carnet, pero no me atreví. Me daba un palo tremendo que mis alumnos me vieran llegar montado en un bicho de esos. Además novato. Mira que si se me cala o peor aun, me caigo. En fin que retrasé el viaje al instituto. Un compañero motero me comentó que me llamaría para hacer una rutilla. Otros amigos me dijeron lo mismo, pero llegaba el fin de semana y no llegaba ninguna llamada. Así es que tomé la decisión. El domingo saldría sí o sí.


Domingo 20 de junio, un espléndido día soleado, cogí la chupa (con el calor que hacía ya), el casco, los guantes y salí con la moto rumbo a Teruel. A la aventura. Pensaba acercarme a Venta del Aire o a Barracas almorzar y volver a casa. Para la primera salida ya estaba bien.
Cogí la A-23 rumbo a Teruel. Bastante calor y algo de viento, pero nada importante. En cuanto cogí velocidad la sensación de calor desapareció y me encontraba a gusto en la moto. Muy a gusto. Cuando pasé Segorbe e inicié la ascensión a Navajas empecé a notar un poquillo de frío. Seguí subiendo y a la altura de Barracas llevaba las piernas heladas con los vaqueros. Coñes, pensaba yo, si estamos en junio... ¿En diciembre que va a pasar??? Además empezó a soplar el viento con muy mala leche. Había pensado parar a almorzar en Barracas, pero estuve a punto de volverme debido al viento que soplaba racheado y bastante fuerte. Vamos, que la cosa para ser el primer día se estaba poniendo fea. Pero ¡Qué demonios! ¿Soy motero no? ¿Voy a arredrarme ya el primer día porque Eolo ha decidido salir a pasear? Pues yo también había decidido salir a pasear, ea. Decidí continuar a Venta del aire, pero como tampoco conocía ningún sitio para almorzar, decidí continuar hasta Mora de Rubielos, que sí tenía un par de sitios localizados. Eso si el viento me lo permitía porque soplaba realmente duro. Tanto es así que tuve que bajar la velocidad a 60-70 km/h porque veía que iba dando tumbos. A la altura de la salida de Rubielos de Mora veo en la rotonda de abajo de la autovía la silueta de 3 customs que se dirigían hacia Rubielos. Estuve tentado de seguirlos, pero los vi ya tarde y no era plan de hacer locuras. Decidí seguir, por tanto hasta mi última idea, Mora de Rubielos, probar en la Carrasca y si no al Hotel. Nada más abandonar la autovía Mudéjar el viento se calmó un poco, protegido por las montañas de las sierras de Gudar y Javalambre.


Llegué por fin a Mora de Rubielos y al pasar por la Carrasca vi solo tres Rs en la puerta. No tengo nada contra las Rs, pero preferí probar suerte en el Hotel. Además allí hay tiendas de estas de Outlet de deportes y podría echar un vistazo a las oportunidades. Me adentré pues por las estrechas callejueas de Mora, rumbo al castillo y nada más pasarlo se encuentra el Hotel. Menudo susto. En el parking no cabía un alfiler. Estaba lleno de motos de todo tipo, aunuqe abundaban las Custom y sobre todo llamaban la atención dos o tres Goldwins, con toda su parafernalia de luces y banderitas. Sorprendido, aparque la moto a la izquierda, apartado del resto. No sé por qué lo hice, supongo que algo desconcertado, no quería meterme donde no me llamaban. Pero para mi sorpresa, estaba quitándome el casco cuando se me acerca un mozo y me pregunta si venía a almorzar. Dubitativo yo, le digo que sí, que esa era la idea. Y él que se ve que me vio cara de no saber ni donde estaba: "¿pero vienes al motoalmuerzo?" Y yo, ejem... pues no. No tenía ni idea. He llegado aquí por casualidad. (¿Seguro que fue casualidad? Estuve a punto de parar en Barracas, en Venta del Aire y de desviarme a Rubielos de Mora...). "Pues nada hombre si quieres apuntarte, hemos organizado un motoalmuerzo los de Moto Club Moto Mora, por 7 eurillos, huevos fritos con jamón, bebida y café y un llavero". La verdad es que no sabía que hacer, allí plantado como un pasmarote. Pensé almorzar por mi cuenta, pero al final decidí aceptar el ofrecimiento. "Claro que sí hombre. Subete que acaba de entrar un grupo, te sientas con ellos y a almorzar". Así de fácil, jejeje. Con lo "parao" que soy yo para estas cosas... En fin. Ya había dicho que sí. Me armé de valor y subí al salón. Estaba repleto de gente, con monos, chupas, cascos, en una especie de salón de bodas, pero comiendo huevos fritos con jamón. Había un grupo delante de mí sacando los tickets. Y yo esperando allí de pie, prestando mucha atención a lo que había que hacer para no meter la pata. Pues nada. No había que hacer nada. Pagar, recoger el ticket, el llavero e ir a sentarme. Mientras esperaba a sacar el ticket el grupo charlaba animádamente. Por supuesto el tema de conversación era el viento. Un par de compañeros que habían venido en Goldwin decían que habían subido a 40-50. Uno llegó a comentar que de lo inclinado que iba si llega a cortar el viento de golpe se va al suelo. Otros reían y se burlaban de los que nos quejábamos del viento. Yo asentía y confirmaba lo del viento... jejeje sin abrir mucho más la boca. Total que recojo el ticket y, casco y chaqueta en mano, busco un sitio para sentarme. Seguí al grupo que acababa de entrar delante de mí y cuando se hubieron sentado, me pille un lugar cerca. Me acogieron muy bien. Degusté los huevos fritos con jamón con ganas, pues con la indecisión de parar a almorzar ya eran cerca de las 10:30 y hacía hambre. Yo solo bebí agua, pero por aquellas mesas corría el tinto que no veas. Mientras esperaba para el café decidí salir a fumar a la calle y llamar a casa y contar lo que estaba viviendo. Mi primer motoalmuerzo, jejeje. Qué ilu. Pero ay, no contaba con lo traicionera que es la sierra en junio. Había dejado la chaqueta dentro y salí en manga corta. La conversación con casa fue breve, entre otras cosas porque el frío no me dejaba articular palabra. Con el calor que hacía en casita, en la costa. Menuda diferencia de temperatura. Volví adentro en busca del café calentito que me hiciera entrar en calor. Pero no aparecía. Hasta que vi unos termos con grifitos y que la gente se acercaba y se ponía el café. Leches, ya podía yo esperar. Allá que me fui y me agencié dos cortados con la leche calentita. Y a mi alrededor la gente con carajillos, pues también teníamos a nuestra disposición botellitas de coñac y whisky. ¡Pero como coge la moto esta gente luego! Yo me mantuve sin gota de alcohol. No era plan de estropear mi primera salida.


En fin, un buen almuerzo, rodeado de mucha gente que comparte mi afición, aunque más curtida que yo. Lo miraba todo con atención. Gente que iba en grupo con los mismos distintivos en el chaleco o con camisetas. Los más jóvenes, entre los 20 y los 35 con monos y pintas de llevar Rs y los más maduritos, entre los que me incluyo con más cuero y pinta de llevar customs. La gente se concoce entre sí. No solo los del mismo grupo sino con los de otros grupos. No es la primera vez que coinciden en eventos como estos. Me da la sensación de que el único que ha ido solo soy yo. He visto a alguna pareja, pero alguien solo, por ningún sitio. He visto gente de Castellón, de Valencia y hasta de Barcelona.


De repente, como si hubiesen tocado diana, se levanta la mayoría y comienzan a equiparse. Oigo fragmentos de conversaciones. "Nosotros no vamos que hace mucho viento y en las pistas debe soplar de lo lindo". "Yo no voy que hay mucha R y van a ir zumbando". " Vamos a la ruta y volvemos para comer". Total que me pongo la chaqueta y el casco y salgo fuera a ver que se cocía. Algunas motos ya en marcha se estaban colocando para salir. Al parecer estaba prevista una ruta por las pistas de esquí para volver al Hotel a comer. Decidí hacer la ruta. Había salido a rutear, ¿no?, pues ale, mejor en compañía. Mi primera ruta en grupo. Bueno eso pensé cuando salíamos, pero se quedó en algo menos...


Como había dejado la moto a la izquierda, estaba prácticamente delos primeros, cerca de la salida. Pero ya había bastante gente preparada para salir y me lo tomé con calma. Me acabé de equipar con el casco y los guantes y arranqué la moto y me preparé para salir en cuanto viera un hueco. Mejor ir por el centro del grupo. Venga a pasar motos y yo a esperar. No me decidía. A ver si salgo y me meto en medio de un grupo que va junto y cuelo en medio. Pues eso, la indecisión del novato, que cree que todo lo que haga va a estar mal. En ese momento pasa una goldwin y nadie más detrás. Era mi oportunidad y salí tras ella. Aún quedaban más motos por salir. Me acomodé bien, dispuesto a disfrutar del paseo. Ibamos tranquilos, más bien despacito. Veo que algunas motos empiezan a adelantarme. No solo a mí. A los que iban delante también. Me fijo bien y veo que todos andan adelantando a una moto pequeña, una 125, que ahora mismo no sabría identificar. Las motos se iban alejando y nos quedábamos cortados. La Goldwin adelantó a la 125 y me quedé detrás de ella. Miré hacia atrás y solo quedaban dos motos de la organización con el peto amarillo fofi. Estuvimos un rato viéndole el culo a la Goldwin hasta que finalmente la perdimos de vista. Nos quedamos la 125, yo y las dos motos de cierre. El de la 125 me hacía señas para que pasara, pero me mantuve en mis trece. De mis lecturas en los foros, leí un post titulado algo así como "como circular en grupo" y se me quedó la idea de que no hay que adelantar y de que hay que adecuar la velocidad y la marcha a la de las motos más pequeñas. Lástima que nadie más lo hiciera. Jejeje.


La ruta no estuvo mal. Fuimos hasta la Virgen de la Vega, de allí a Valdelinares. La carretera estaba un poco castigada por aquello de la nieve y las cadenas. Seguimos hasta Linares de Mora, Nogueruelas, hasta buscar Rubielos de Mora para volver a Mora de Rubielos. Justo antes de Rubielos pare por necesidades fisiológicas (con las prisas no había ido al WC en el hotel) y cuando paró la moto de cierre, les dije que no se preocuparan y que siguieran que yo me desviaba en Rubielos hacia Olba. Les di las gracias y me despedí de ellos. Efectivamente, al llegar a Rubielos tome el desvío a la izquierda, justo antes de entrar, en dirección a Castellón.










Y me dirigí hacia Olba para volver a casa por Montanejos, Montán y buscar de nuevo rumbo a Caudiel la Autovía Mudéjar a la altura de Jérica. Me apetecía volver por estas carreteras que tantas veces he recorrido con el coche, pues sin lugar a dudas las usaré en muchas ocasiones. Veraneando como veraneo en Montán, veréis en este Blog, muchas veces mencionadas estas pequeñas poblaciones del Alto Mijares, tan póximas a la provincia de Teruel.
Volví a casa sin más novedades, después de haber disfrutado de mi primera salida, mi primer motoalmuerzo y mi primera ruta en grupo "numeroso". Comenzaba en serio mi nueva aventura motera.

4 comentarios:

  1. Si tu lo dices... Yo no me arriesgaria, jajaja.

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  2. ARTUS ME HA GUSTADO MUCHO TU RELATO , SIEMPRE HAY UNA PRIMERA VEZ Y EN LO DEL FRIO TAMBIEN TENGO EXPERIENCIAS DE ESAS , EN PLENO VERANO ES CUANDO MAS FRIO HE PASADO .
    MUY BUENO TU TEXTO Y ENGANCHA HASTA EL FINAL SE NOTA QUE DOMINAS EL ARTE DE CERVANTES .
    UN SALUDO Y UN ABRAZO

    ELPERRONEGRO

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  3. Pues ayer subiendo a Montalban pasé más frío todavía. Llegué a las 10 y estuve temblando hasta las 11:30. No entraba en calor. Joder como engaña la sierra.
    Teruel existe, pero hace un frío de cojones hasta en agosto. :D

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