martes, 12 de octubre de 2010

La decisión

Llevaba mucho tiempo tras la idea de sacarme el carnet de moto gorda. Siempre había sido mi ilusión, pero nunca había tenido la oportunidad de sacarme el carnet y mucho menos de comprar la máquina. Todos los veranos, allá por el mes de junio, decidía que había llegado el momento, pero año tras año lo posponía, a veces por otras obligaciones, otras por falta de dinero y otras por pura vagancia. Y año tras año modificaban el carnet y cada vez lo ponían más difícil. Finalmente, en marzo de 2010 sin pensarlo dos veces me presenté en la autoescuela donde hacía 20 años me había sacado el de coche y me matriculé. Recogí los libros de test y no volví a pisar la autoescuela hasta el día del examen. No me presenté hasta no cometer ni un solo error en los test. Aun así, el día del examen, un fallo, pero por fin tenía el teórico aprobado. Ahora había que lanzarse a por las prácticas. Mucho respeto me daban a mí las prácticas, pues con los dedos de una mano se pueden contar las veces que cogí una moto de marchas. Y todas ellas en mi lejana adolescencia. Así es que el primer día de prácticas me subí a la Honda Dominator de 250cc y salí muy contento. El monitor ese mismo día ya me preguntó cuando quería ir a examen. Le dije que no corriera tanto, que era muy novato, pero el me insistió en que fijando el examen a 15 días iba sobrado porque controlaba bien la moto. Había que pulir algunos defectos, pero lo conseguiría. La verdad es que la parte rápida al segundo día ya la superaba en tiempo. Mi cruz era la parte lenta. Las planchas me llevaban a mal traer. Total qu efijamos la fecha, me presento allí, hago la maniobra de la cajam me subo a la moto, pongo primera y enfilo las planchas... Salí airoso, y no sé si por la subida de adrenalina de pasarlas o por qué demonios, en el segundo cono pongo el pie en el suelo. No me dejaron terminar el examen y a casa cabizbajo. Viendo un imposible la parte lenta. No nos dejaban practicar antes. COn un par de veces que nos dejaran hacerlo el examen sería mucho más facil de aprobar. Las siguientes 3 fechas del examen se tuvieron que aplazar por las inlcemencias del tiempo. Y el carnet se retrasaba y en el instituto ya me miraban de reojo, por tantas faltas por acudir a examen. Finalmente llego el día, salió soleado y al Saler que nos fuimos. Esta vez si. Antes de salir le dije al examinador (que tenía fama de ogro) el respeto que me daban las planchas y me animó. Puse primera, salí con decisión, pasé las planchas sin problemas, los conos con alguna dificultad, pero los pasé. Acelerón, segunda y frenazo. Ok del examinador y a la zona rápida. Me quité un peso de encima. Al menos probaría la parte rápida. Salí nuevamente con decisión hacial el zig zag, un poco lento, pero seguro, Virage a izquierdas para meter tercera y encarar el esquive, hice la maniobra y frené en su sitio. Salí del circuito tranquilo, hasta que el monitor me dijo: "muy lento, pero ya veremos". Me fui a trabajar con la incertidumbre de saber si había aporbado o no hasta las 4 de la tarde. Me llamó el monitor para darme la nueva: Ya tenía el A2. Ya tenía al alcance de mi mano la moto gorda, la moto soñada.

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