Vuelta a España del Libro Espíritu Custom Solidario

Es imperdonable que haya olvidado esta salida. Aunque a decir verdad, el evento no lo había olvidado, más bien las fechas. Hoy me había sentado a pensar cuál relataría y me había decidido por este cuando pensando en las fechas me he dado cuenta que es el día anterior de la Matinal de Torrent. Bueno, tampoco pasa nada. El baile de fechas en mi cabeza es tremendo pero lo importante es que refleje las experiencias. Cuando me ponga al día ya no pasará.


Os cuento. En el foro Espíritu Custom hay un subforo llamado Iniciativas donde se plantean eventos varios. http://www.espiritucustom.com/foro/showthread.php?t=13987 En mi afán por empaparme de todo sobre el mundillo Custom di con esta iniciativa y me pareció genial. Me encantó la idea. Se trataba de crear un libro para que diera la vuelta a España de manos de los moteros. Iría pasando de provincia en provincia, de comunidad en comunidad e iría firmándose por los asistentes al acto. Luego unas fotos para incorporarlas al libro. Los de cada comunidad fijan lugar y fecha en un sitio más o menos intermedio para el acontecimiento. Me puse a buscar cuándo pasaba por la Comunidad Valenciana, pero menudo chasco. Por aquí ya había pasado. Mirando los posts del mapa por dónde había pasado y por dónde faltaba por pasar, me di cuenta de que por Teruel ni había pasado, ni tenía previsto pasar, pues nadie de aquella provincia se había ofrecido. El libro andaba por tierras zaragozanas, en manos de Vitocorleone y de allí se iba para Navarra. Me armé de valor (apenas llevaba 3 meses en el foro) y me ofrecí a subir a Teruel para que pudiera pasar por la provincia, y es que Teruel existe leches. Paso el verano muy cerca de la frontera con Teruel y mis visitas a poblaciones turolenses son contínuas, luego, aunque no fuera de Teruel, me podría considerar como veraneante asíduo. No quería entorpecer la marcha del libro ni retrasarlo, pero como en Navarra andaban en plenos Sanfermines Vitocorleone se ofreció a bajar a Teruel, para que pudiera firmar el libro, almorzar juntos y dejar constancia de que el libro había pasado por allí.
Así pues quedamos para el 17 de julio y como yo andaba por Montán lo tenía a tiro de piedra. Tanto Vito en el subforo de Aragón, como yo en el de la Comunidad Valenciana lanzamos invitación a aquellos que quisieran asistir. Nadie se apuntó y seguimos con el plan.
La mañana del sábado 17 de julio salió espléndida para rodar con la moto. Habíamos quedado a las 10 o a las 11, no lo recuerdo muy bien, pero me levanté temprano para no hacer tarde como siempre. El trayecto no tiene mucha historia, de Montán a la A23 Autovía Mudejar dirección a Teruel. No quería sorpresas que me hicieran llegar tarde. Eso sí, en una de las largas rectas en llano de esta autovía decidí exprimir la oreja de la Silverado para ver hasta donde llegaba. No pasó de 140. Quedé un poquito decepcionado. Tampoco mucho pues no necesito más velocidad, pero siempre es bueno, aunque no la vayas a usar, saber que tienes más velocidad. Me decpcioné un poquito más al día siguiente, cuando en la matinal de Torrent, hablando con el Indio de los Dracs me comentó que él la habia puesto a 160 y no había llegado al tope... Tendré que mirar eso, pero ya ha pasado dos veces por el taller y he olvidado mencionar el detalle. La próxima vez será.

En fin volviendo al relato del día, por una vez fui puntual. Y Vitocorleone también. Llegamos al punto de encuentro a la par, en el centro histórico de Teruel y aparcamos las motos juntitas encima de la acera. Es muy ancha, mucho, mucho y no estorbaban a ningún peatón. Unos señores mayores a los que les preguntamos por el Torico nos dijeron que subieramos andando y que dejáramos las motos allí que no pasaba nada. Y eso hicimos. Pero antes de visitar el Torico, nos dimos un homenaje en forma de almuerzo.
Mientras almorzábamos le eché un vistazo al libro y allí iba pasando páginas y reconociendo nicks y viendo las fotos. Muy interesante ese recuerdo.

Tras el almuerzo visitamos el Torico para dejar constancia de que el libro había pasado por Teruel. 

Podíamos haber hecho las fotos en cualquier sitio, pero nada hay más representativo de la ciudad que el famoso Torico, ese que más de uno cuenta que ha estado en Teruel, en la misma plaza y no lo ha visto. A mí me pasó la primera vez que estuve de niño con el colegio. Fijaros bien que el torico está encima de la columna. ¿Que es pequeño? Pues claro, por eso se llama Torico y no Torazo o Toraco o Pedazo de Toro. Igual el presupuesto del consistorio no daba para más aquel año. O el presupuesto era para un toro de dos toneladas y alguien decidió hacerlo de dos kilos y meterse en el bolsillo el sobrante. Esto último no, ¿verdad? Nuestros dirigentes no hacen esas cosas. Bueno, bueno, que aquí hablamos de motos. El Torico es pequeño y por eso se llama Torico y punto pelota.


Nos sentamos en una terracita en la misma plaza a tomar un refrigerio y firmé el libro. No recuerdo las palabras exactas pero puse algo así como que había sido un honor haber podido participar en esta iniciativa y se lo agradecía a Vitocorleone. Este sujeto de aquí.

Gran tipo este Vitocorleone, que se marcó el paseo hasta Teruel, para que yo firmara el libro para volvérselo a llevar a Navarra. Gracias campeón. También hay que decir que le gusta más la moto que a un tonto un lápiz. Aún tendría oportunidad más adelante, en las postrimerías del verano, de agradecerle otro detalle. Pero eso será más adelante. 


Tuvimos poco tiempo para intercambiar opiniones, sobre la moto y la vida en general, pero pasamos una mañanita agradable que tocaba a su fin. Eran las 13:00h y había que volver. Uno a Zaragoza y otro a Montán. 

Bajamos a por las máquinas, esperando que no tuvieran un bonito recuerdo por parte de la GC del lugar. Cuál fue nuestra sorpresa, no solo no había receta, sino que además habíamos creado precedente y dos vehículos más, pegaditos a los nuestros descansaban en la acera. Si es que somos la leche. Ahí no se puede aparcar, pero si están estos yo también. Si me multan, por lo menos no me multan solo.

No es necesario decir cuáles eran las nuestras, ¿verdad? La Aquila y la Silverado reposando y dispuestas a devolvernos a casa.


Llegó el momento de la despedida con fotitos de recuerdo.

Y aprovechando que un lugareño (asiático para más señas) pasaba por el lugar nos hizo una a los dos.

A ver, que ya veo yo alguna sonrisilla socarrona. Que no es que yo sea pequeño, es que él es muy grande. Qué culpa tengo yo de que a mí para merendar me dieran pan con aceite y azucar y a él nocilla y bollycaos... Bueno, vale, soy pequeño, pero de la media nacional de los 70, es decir Alfredo Landa.

Y sin más nos despedimos con la promesa mía de subir a Montalbán, su pueblo natal en la provincia de Teruel, a finales de agosto, pues hacían una concentración motera. Una excusa como otra cualquiera para sacar la moto a pasear y volver a ver a este gran motero.

La vuelta a casa por la misma autovía por la que llegué. Hubiese preferido volver por el interior, pero iba mal de tiempo, pues había que regresar para la comida. Es que al día siguiente me volvía a ir, esta vez a Torrent. Esto es un no parar, jejeje.

Llegada a destino sin novedad, tras pasar la mañanica en buena compañía y con un almuerzo en condiciones. Y objetivo cumplido, pues mi firma va en ese libro que dará la vuelta a España.