Así pues el día domingo 13 de agosto, justo el día después de la fallida salida a Sigüenza, volvía a coger la moto, esta vez con destino a Xàtiva. Este año hemos decidido hacerla allí y que la organizara Emilio. Bueno, os los presento. Estamos todos igual, pero con 15 años más. Bueno yo además de años pongamos la misma cantidad o más en kilos... Ejem.
Obviamente, yo soy el de la izquierda, procedente de Puerto de Sagunto, a mi lado, Jaume, de Castellón city. A continuación, la belleza del grupo, Mª Ángeles, de Canals y por último Emilio, el organizador de este año, aunque residente en Xàtiva, procede de Llanera de Ranes. Nos conocimos en 1º de carrera en la facultad de filología de la Universidad de Valencia, allá por el año 88 del siglo pasado (joer qué fuerte suena eso...). Mª Ángeles y yo acabamos filología Española, Jaume filología Catalana y Emilio filología Clásica y Catalana. Los tres primeros años fueron comunes hasta que cada cual se fue a por su especialidad. A partir de ahí seguimos manteniendo el contacto. Una vez acabada la carrera pues nos veíamos de vez en cuando, sobre todo cuando alguno de los 4 se casaba, jejeje. Luego el contacto se enfrió... Lo típico: formas una familia, compras el piso, llegan los niños. Yo había quedado para comer un par de veces con Jaume cuando tenía destinos por la provincia de Castellón y se nos ocurrió plantear esta comida y por fin la pudimos realizar, con el firme compromiso de repetirla una vez al año.
Fue un placer compartir mesa y mantel y charrada y gintonics y lo que hizo falta con mis queridos compañeros. Sirva por tanto esta entrada en homenaje a ellos.
Pero a lo que íbamos, la ruta, jejeje.
Solucionado el problema con la luz del día anterior, (lo que sí tenía claro es que no quería bajar a Xàtiva en coche), había que encontrar una ruta chula evitando la autovía. Más o menos la tenía clara, pues aunque nunca del tirón, sí he transitado por toda la ruta por partes.
Como habíamos quedado a las 12:00 en la estación de Xàtiva, tampoco tenía que madrugar en exceso. Saliendo a las 9:00 calculé que llegaba a destino a la hora convenida. Un total de 174 kms, pero eso sí evitando autovías. El mismo viaje por autovía cuesta la mitad, como comprobé a la vuelta. Pero ya que hacía un viaje así, lo que me apetecía era rodar tranquilo y a gusto. De ir por la autovía hubiese cogido el coche.
En fin, que el itinerario estaba claro. De partida era el mismo que en el viaje a Moncada, por lo menos hasta Altura. Desde Montán a la CV-195 hacia Caudiel y Jérica. Salida a la A-23 hasta la salida de Altura-Segorbe. Atravieso Altura y al llegar a la rotonda, si recordáis, había dos opciones, hacia Gátova o hacia Alcublas por la CV-245. Esta vez tocaba Alcublas. Como ya comenté, ya conocía esta ruta, aunque la hice en sentido inverso. Así es que a disfrutar. Hasta Alcublas espectacular, aunque con asfalto un poco deteriorado. Carretera estrecha y muy sinuosa. Guardarraíles de bloques de cemento pintados de blanco, que le dan un toque añejo a la ruta. Pasado Alcublas, sigue la sinuosidad de la carretera, esta vez en descenso y con mucho mejor asfalto y nos metemos de lleno en la Calderona en dirección a Lliria. En Lliria enlazamos con la CV-50, que ya no abandonaré hasta la A7 en L'Alcudia. La Cv-50 es una carretera agradecida, que une Lliria con Alzira. Muy buen firme, casi nueva, y con muy poco tráfico, excepto en el tramo final, pues como siempre nos acercamos a la costa y el tráfico es intenso. Atravesar Carlet fue lo peor. Muy lento, mucho semáforo en rojo y mucho tráfico. Y el calor apretaba ya. Al llegar a la A7, dirección Albacete-Alicante por interior, hasta Xátiva, 29 kms.
Llegué a la cita el primero, cosa rara en mí, y al poco tiempo llegó Emilio. Aparqué la moto en la estación y fuimos a remojar el encuentro con unas cervecitas mientras esperábamos a los otros dos. Luego llegó Mª Ángeles, y nos fundimos en un cariñoso abrazo. Ojo, no es porque sea la chica, que os veo venir, jejeje. Es con quien más trato he tenido, no obstante, estuvimos juntos los 5 años de la carrera, más el doctorado... Y finalmente Jaume, acompañado. La sorpresa del día. Es el único que queda soltero y nos sorprendió presentándonos a su pareja, jejeje.
Xátiva en plena feria, bullía de gente, aunque según Emilio, no tanto como otros años. ¡Cómo se nota la crisis! Xátiva tiene un centro histórico a visitar más tranquilamente otro día, con un pedazo de castillo, que aunque ya lo conozco, la blanquita tiene que verlo con su propio faro, así es que ya tengo excusa para volver y visitar el castillo de Xàtiva y el vecino de Montesa.
Comimos de categoría en una pizzeria. Se alargó la sobremesa hasta las 16:30. Recordamos viejos tiempos y nos pusimos al tanto de los nuevos. Muchos años sin vernos y muy poco tiempo el que teníamos para ponernos al día. Buscamos algún garito abierto donde poder tomar unas copas y seguir charlando. A lo tonto a lo tonto, se nos hicieron las 21:00h y había que despedirse. Eso sí, no sin antes concretar ya, más o menos la fecha y el lugar de la siguiente cita. Pasará al mes de julio y muy probablemente en Canals, es decir, ejercerá de anfitriona nuestra chica favorita.
Llegó el triste y emotivo momento de las despedidas, aunque nos consuela saber que al año que viene repetiremos.
Salí de Xàtiva a las 21:00 h directamente a la A7 y no la abandoné hasta Sagunto, donde enlacé con la A-23 hasta Jérica. CV-195 y para cerrar el viaje los 15 kms de mis curvas favoritas hasta Montán, puerto de Arenillas de por medio y esta vez, de noche. Jejeje. Llegaba a Montán pasadas las 22:30h.
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Un saludo y hasta la próxima.
Un bonito encuentro que espero puedas repetir por muchos años..
ResponderEliminarV´ss
A ver si lo conseguimos regularizar.
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