Amanecía una nueva mañana en nuestro rodar por Castilla. 8:30 de la mañana. En pie, que hay que ponerse en marcha. Con la luz del día, mientras Pili se acicalaba, me dediqué a fotografiar el parador y sus alrededores. Lo que se veía desde la habitación
Los árboles de la izquierda delimitan el paseo que va desde la puerta del parador hasta el centro histórico de la ciudad.
Y aquí los jardines a la puerta del parador
Parador de Benavente. Este edificio es de nueva construcción para albergar el Parador.
Del castillo original solo queda la Torre del Caracol
Una pena, como siempre, pues Juan Alonso de Pimentel, conde de Benavente, había construido una fortaleza-palacio impresionante, en el siglo XIV, sobre un antiguo castillo del siglo XII, de unas dimensiones desconocidas hasta el momento en España. No obstante, la Torre del Caracol, fue construida ya en el siglo XVI como armería del castillo.
Aunque ya en ruinas, aún pueden apreciarse las dimensiones de la fortaleza, que fue arrasada, expoliada por las tropas inglesas y posteriormente incendiada por las francesas en el invierno de 1808-1809... Oh là là, Mon Dieu, mon Dieu!!!
Liquidamos la habitación, cargamos la moto y nos acercamos al centro a buscar una cafetería para desayunar algo rápido.
Etapa 4: Benavente (Zamora) - Ponferrada (León) 126 kms.
A las 10:15 nos poníamos en marcha, saliendo de Benavente y buscando la A-6 en dirección a La Coruña. Objetivo: Ponferrada. Cuando me decidí por el parador de Benavente tenía claro que debíamos visitar el castillo templario de Ponferrada. Le tenía muchas ganas y realmente no me decepcionó. Es espectacular.
Cogimos directamente la autovía, pues el castillo tiene un horario de visitas y de llegar tarde por la mañana nos hubiese retrasado mucho por la tarde. La idea era visitar el castillo por la mañana, comer en Ponferrada y poner rumbo a Salamanca para hacer allí noche, con alguna que otra visita obligada por el camino.
Subiendo por una autovía espectacular, llegamos sin problemas, aunque con frío (¡Cómo soplaba el bierzo, copón) a las 11:45 de la mañana. Buscando el castillo nos dimos de bruces con un local motero de Ponferrada que tenía anotado por si podíamos pasar a tomar algo. Lo vi de refilón, así es que me tocó dar la vuelta y regresar. En vano. Estaba cerrado. Los moteros no son personas por la mañana, jejeje. Por lo menos para tener el bar abierto. Mala suerte, pues. Seguimos buscando el castillo hasta dar con él.
"NON NOBIS, DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINI TUO DA GLORIAM"
Se me quedó cara de tonto. ¡Por fin estaba ante esta joya del Temple español! El Castillo Templario de Ponferrada. ¡Impresionante!
Buscamos donde colocar la moto, no muy escondida. Es lo que tiene llevar el equipaje a cuestas. Tampoco puedes dejar la moto en cualquier sitio y pasear tranquilamente, perdiéndola de vista. Le encontramos acomodo en un huequito en la acera, enfrente mismo de la puerta del castillo, al lado de unos contenedores. Por lo menos allí no molestaba y la teníamos más o menos a la vista. Y para adentro. Se accede por la puerta que ya hemos visto. La entrada 6€ por cabeza. Un poco caro, la verdad, porque por dentro te limitas a pasear por el recinto y por las galerías del doble perímetro defensivo.
Visto desde abajo
Ya en la primera galería
Y llegamos al castillo viejo
Y a la torre del homenaje
Y el interior del castillo Viejo
Descendemos para buscar la segunda galería y volver a hacer el mismo recorrido, pero desde la galería superior. Volvemos a ver el castillo Viejo
Pasamos de nuevo por la puerta principal
Si nos fijamos bien, a la izquierda, justo encima del grupo de peregrinos, encontramos dos contenedores de basura. Y al lado, la Pequeña Estrella Blanca, desde la sombra, observando el castillo y vigilando por si no nos ve salir y nos vamos sin ella, jejeje.
Ya en la galería superior
Las diferentes torres
El Patio principal muy rehabilitado y preparado para albergar museos y exposiciones
Y eso es todo. Salimos por donde entramos
y ahí nos esperaba pacientemente y todavía en la sombra la máquina.
Foto antes de partir
Y ya con la moto en marcha un vistazo al pasado
Salimos de Ponferrada con muy buen sabor de boca y todavía nos quedaba por visitar otro castillo que anda cerca. Saliendo por la CL536 hacia Priaranza del Bierzo encontramos el castillo de Cornatel
Aparcamos en la explanada que hay a los pies de la loma.
En el siglo XI se le conocía como castillo de Ulver y en el XIII estaba en manos de los Templarios de Ponferrada. El castillo actual data del siglo XV y está parcialmente restaurado. Existe una Asociación de Amigos del Castillo de Cornatel y alrededores que al parecer velan por el bienestar de estas piedras. Menos mal. Lástima que eran ya las 14:00h y ya estaba cerrado. Aun así subimos a ver qué podíamos ver.
Había que ir pensando en comer algo y salir hacia Salamanca. No podíamos esperar a la tarde a que abrieran, pues el trecho era largo y había un par de paraditas más, antes de llegar a Salamanca a hacer noche. Fue una pena no poder hacer la ruta de las Médulas, pero se nos hubiese hecho muy tarde. Bajando del castillo nos cruzamos con un grupo custom que seguramente se dirigían hacia allí. tentado estuve de dar la vuelta y unirme a ellos. Pero aún no habíamos comido...
Volvimos a Ponferrada y a la entrada encontramos un bar a pie de carretera donde podíamos tener la moto a la vista. Comimos bastante bien, un menú apañado.
Etapa 5: Ponferrada (León)- Salamanca 256 kms
A las 16:00h estábamos otra vez en ruta. Había que deshacer el camino andado en dirección a Benavente y esta vez lo hicimos por la N6 que discurre prácticamente paralela a la autovía, pero sin nada de tráfico y mucho más tranquila. Una gozada de regreso. A la altura de Astorga nos desviamos hacia León con un objetivo claro. Yo no podía pasar cerca de Hospital de Órbigo sin visitar y atravesar el Puente del Paso Honroso de Suero de Quiñones. Último paso Honroso celebrado en España, que quedó inacabado por no existir ya, apenas caballeros con los que batirse. Prometió romper 300 lanzas y tuvo que ser liberado de su "prisión", simbolizada por una argolla al cuello, sin llegar a las 300. Y todo por el amor a una dama. Eso en principio, aunque luego se politizó todo, como siempre, jejeje.
Dirigiéndose al rey D.Juan II, en plena celebración del año nuevo,
1 de Enero del año 1434 en el Castillo de Medina del Campo
“Señor: Deseo justo e razonable es que en los que en prisiones o fuera de su libre poder son, desear la libertad e como yo – Suero de Quiñones – sea en prisión por una señora, por la que traigo todos los jueves este fierro, según es notorio en vuestra magnífica Corte. Yo, poderoso Señor, he concertado mi rescate – de esa prisión – en trescientas lanzas rompidas por el asta con fierros de Milán de mí e de estos nueve caballeros que aquí son.......”
Y más adelante dirá:
"Si la señora cuyo soy passare por aquel lugar [...] ningún cavallero nin gentilhombre fara por ella armas, sino yo, pues que en el mundo no ay quien tan verdaderamente las pueda fazer como yo."
D. Suero de Quiñones
Leer más: Celtiberia
Hace poco Freebird pasó por allí y no pudo atravesarlo por estar en obras. Seguía en obras, pero...
No lo pude evitar y tras plantarme allí en medio con la desaprobadora mirada de la pareja a mi espalda y los apuros de Pili por que sacara la moto de allí, no me atreví a cruzarlo por completo y me salí por el medio. Grrrrrrrr.
Esperaba algo más de la población, pues se realizan unas fiestas medievales en el mes de junio, justas incluídas, en honor al Paso Honroso de Suero de Quiñones. Volveré para esas fiestas con la familia pues tienen que ser curiosas. Desde luego tienen el palenque donde se celebran las justas, dispuesto debajo del puente
Hecha la foto del puente volvimos sobre nuestros pasos hacia Astorga. Ya que pasábamos por allí, decidimos parar a refrescarnos y a ver su plaza Mayor.
Como habréis podido observar por las últimas 5 fotografías, el cielo estaba encapotado. Amenazante. Pero no cayó ni una gota. Además, esas nubes solo estaban encima de Astorga y alrededores. En cualquier caso, cruzamos dedos para que esas nubes se mantuvieran quietas con el grifo cerrado. Recordad que habíamos dejado los bártulos de lluvia en Pradilla, jejeje. Tuvimos suerte y no cayó ni una gota. La verdad es que nos ha hecho un tiempo excelente. Ni mucho calor, salvo en contadas ocasiones, ni frío en demasía. Esta vez íbamos preparados los dos, después de lo que nos pasó el año pasado en Alcañiz.
Tras el refrigerio en Astorga (apenas estuvimos media hora), a las 18:15h nos poníamos de nuevo en marcha y ahora sí, directos a Salamanca, parando solo en caso de necesidad, bien de la moto, bien nuestra. Se nos estaba haciendo un pelín tarde, para no tener alojamiento en Salamanca. Había que llegar y buscar. Aunque llevaba un par de referencias, no me fiaba yo mucho. Ya me veía yo durmiendo en un parque junto a la moto.
De Astorga bajamos por la A6 hasta Benavente y de allí enlazamos por la N630 en dirección a Zamora. Buena nacional, con muchas rectas y no mucho tráfico. Al llegar a Zamora nos encontramos con la nueva autovía la A66, la ruta de la Plata, que une Zamora con Salamanca. En perfecto estado. Solo un pero. Entre Zamora y Salamanca ni hay ni una área de servicio ni media. Aquí sudamos la gota gorda cuando nos entró la reserva y dejamos pasar la primera indicación de gasolinera sin verla en las proximidades de la autovía. En la siguiente ya decidí salir y buscar el ansiado combustible. Estaba seca la pobre bicha. Jamás le había metido 20€. De nuevo en la A-66 directos a destino.
Llegábamos a la insigne y literaria ciudad de Salamanca a las 20:45 y sin perder tiempo nos pusimos a buscar alojamiento. En los dos primeros no hubo suerte. En uno había cama pero no parking, en el segundo ni cama ni parking y por fin en el tercero, un hostal, tenían las dos cosas. Muy cerca del centro, por los Hospitales. Dejamos la moto en el parking y nos fuimos al centro de Salamanca a cenar y a ver el ambientillo nocturno. Cenamos en el Bardo, en el edificio de la Biblioteca, el de la fachada de las Conchas. Muy bien. De lujo y el precio dentro de la media del viaje. Dimos una vuelta por la zona monumental de la Catedral y la Universidad. la primera impresión sobre Salamanca no pudo ser mejor. Sencillamene espectacular, como se confirmaría al día siguiente, por la mañana.
De vuelta al hostal nos tomamos unas cervecillas en un pub irlandés antes de retirarnos a descansar. Pili estaba ya saturada de moto y algo cansada. Le dolía la espalda. Y no se quejaba más por no molestarme. Si es que no me la merezco. "Venga, démosle el caprichito al nene" jejeje.
Ya en el hostal, una expresión retumbaba en mi cabeza. Pili comentó al entrar en la habitación... "¡Qué cutre!"... parece una tontería pero no me djó dormir. Me sentía fatal. Yo solo penaba en encontrar algo para dormir, lo que fuera, con parking para la moto y al día siguiente ver Salamanca por la mañana y después de comer salir hacia Madrid a hacer noche. Para no hacer el viaje de regreso del tirón. ¡A quién se le ocurre! meter a alguien en un parador de 4 **** y al día siguiente en un hostal **. Pues a mí.
El caso es que, entre la decepción por la habitación, el cansancio acumulado, los kms que llevábamos a la espalda y que no me apetecía ver Salamanca deprisa y corriendo por la mañana, tomé la decisión de permanecer una noche más en Salamanca, verla con tranquilidad y descansar de moto por un día. Eso sí, cambiando de alojamiento y buscando con tranquilidad a lo largo del día. Así pues, se lo comunicaría a Pili por la mañana. La pobre realmente necesitaba apartarse un poco de la moto, jejeje. Yo no, yo estaba como una rosa. No quería que Pili guardara un mal recuerdo de Salamanca por el alojamiento.
A la cama, que mañana nos espera Salamanca en todo su explendor.
ja, ja pero que jodío que eres pieza! haber tirao to p'alante que eso solo se hace una vez en la vida ja, ja...
ResponderEliminarUn saludo.
No me lo recuerdes, que esa espinita se me quedó clavada... Pero además de lo ya expuesto, al fondo se veían unas vallas de obra amarillas y no sabía si cerraban el paso. Ya tuve que apartar una para salir por el medio, jejeje. Mi falta de decisión me lleva a maltraer... Ese puente lo tengo que pasar, pero a caballo y con armadura. Si hay que ser friki, se es friki...
ResponderEliminarA ver si me voy poniendo al día... mira que has estado cerca... estas crónicas me resultan muy familiares..
ResponderEliminarPero chico, no tienes vergüenza, mira que justificarte con la parienta cuando eras tu el que ya no querías más moto jejejej reconócelo que no pasa na jejeje Es broma ;)
Gracias por compartir.. V´ss
Ya le tocará al norte, ya. Le tengo muchas ganas a los Pirineos y a los Picos de Europa... ¿Por qué será?
ResponderEliminarY juro por snoopy que no era por mí, que yo hubiese ido a Salamanca por Sanlucar de Barrameda si era preciso, jejeje. Lo mío debe ser enfermizo, con un dolor de mano derecha insoportable y sentir un nudo en el estómago cuando paro la moto tras una jornada de ruta... Para hacérmelo mirar... :D