Escapada por la Sierra de Espadán

Tras pasar el primer fin de semana de julio en Sevilla con la familia y alejado de la moto, necesitaba sacarla a pasear. Una escapadita aunque fuera corta. Miré por los distintos foros a ver que opciones había para el domingo 10 de julio y no eran muy sugerentes.

Había una matinal en Canet, organizada por un bar del Puerto. 3kms... Tenía que ser corta, pero necesitaba algo más... La otra opción era una matinal en La Vall d' Uixó, de la que me enteré de refilón a través del blog de El Perro Negro. Intenté ver quien la organizaba y de qué iba, pero no había ni una información... Mala señal. Pero bueno, si El Perro Negro decía que había una matinal en la Vall...
Decidido, me daré una vuelta por la de Canet y luego por la de la Vall, para terminar enfilando hacia la Sierra de Espadán a donde me lleve el viento y la rueda delantera.

Me levanto a las 9:00h y salgo hacia Canet... Ni rastro de motos, ni señalización de dónde tiene lugar el evento... Tampoco hago más indagaciones y continúo hacia la Vall d' Uixó. Aquí sí encuentro señalización y ésta me lleva al lugar de la matinal, en una especie de polígono comercial-industrial.

Pocas motos, poco ambiente. El panorama desolador. Qué poco voy a durar aquí. Había pocas motos cuando llegué y a partir de ahí, se iban más que venían. Al parecer no era del agrado de los asistentes. Daba un poco de yuyu ver cómo desaparecía la gente, sobre todo me sabía mal por los organizadores, que son quienes se lo curran. Pero bueno, ya lo he dicho en varias ocasiones. Demasiados eventos de este tipo. La gente cada vez es más exigente y lo entiendo. Los organizadores de eventos como estos deberán ponerse las pilas si quieren tener asistentes y además mantenerlos. La verdad, era la primera vez que veía cómo se iba la gente antes de iniciar la ruta, que según anunciaba el animador iría hasta la vecina población de Alfondeguilla.

No iba a almorzar, pero sí a tomarme un cortadito. En la puerta del pub, abierto para la ocasión, me encuentro con Perseo, del Komando Saguntum, que había venido a darse una vuelta y se iba ya. "Sí, me voy a subir por Alfondeguilla hasta Jérica..." Otra vez Alfondeguilla. Pues nada cuando me tome el cortadito, para Alfondeguilla que me voy. Estuve un rato más viendo el devenir del evento y puse rumbo a Alfondeguilla.

La rutilla resultó de lo más entretenida, una carretera de montaña, sinuosa que te introduce de lleno en la Sierra de Espadán. A partir de ahí solo había que dejarse llevar. A ver hasta dónde llegaba por ahí. El calor apretaba, pero el aericillo de la sierra mitigaba su intensidad mientras te mantuvieras en movimiento, hasta que la carretera me hizo el guiño gracioso de la mañana...

Me entró la risa floja.

Y justo tras la curva que se ve al fondo la otra sorpresa de la mañana

 Visto desde la carretera antes de entrar en Azuébar

Y una vez sales de Azuébar por el otro lado.

El Castillo de Azuébar es de orígen musulman, del s. XII y se encuentra en ruinas. Concretamente en ruina progresiva. Es decir, un monumento más que se irá al carajo sin que nadie haga nada por evitarlo. Por lo que he deducido es lo que significa lo de Ruina Progresiva. Desde abajo, parece que quedan bastantes lienzos de muralla en pie, gran parte de la torre del homenaje y restos de otras torres.

Seguimos ruta por la mentada carreterilla, concretamente la CV230 hasta aproximarnos al término municipal de Soneja, donde todavía se aprecian los resultados del devastador incendio del año 2009 que obligó a cortar la Autovía Mudéjar.

Entre las excavadoras y las cerillas estamos dejando el monte hecho unos zorros.

En fin. Continuamos ruta y llegamos a una bifurcación. Estamos en la CV200. A la derecha Almedíjar, a la izquierda Castellnovo. No hay duda ¿no? Solo por el nombre ya atrae. Además me sonaba que había castillo, pues me pareció verlo de pasada cuando subí a Gaibiel con el Komando Saguntum. Y efectivamente allí estaba, situado en un cerro en lo alto de la población. 

 

Como está dentro de la población, sí podré acercarme. Una vez más, me veía haciendo cabriolas por entre callejuelas estrechas y empinadas. Es un sinvivir. Enfilar una cuesta arriba sin saber que te deparará la siguiente curva. Así es que decido aparcar la moto en el primer llano que encuentro a los pies del castillo y sigo a pie. Luego descubres que podías haber subido un par de cuestas más con sus curvas de infarto, pero, vaya, para que arriesgar, jajaja.

El castillo de Castellnovo es de origen romano, pues formaba parte de la red defensiva de la vecina Segorbe, antigua Segóbriga (sí ya sé, hay varias Segóbrigas repartidas por España, pero esta es una de ellas). Fue posteriormente reconstruido por los musulmanes y muy modificado en el s. XV, dotándolo del aspecto renacentista que atesora en estos momentos, siempre claro dentro de su estado de Ruina Progresiva. Aunque al parecer se están realizando trabajos, por lo que estaba cerrado al público. Algo es algo.

Al llegar más tarde a casa me quedé con la incertidumbre de lo que me había perdido en Almedíjar y busqué. También había castillo, en este caso de origen islámico. El Castillo de la Rodana y Castillet. Ya tengo otra excusa para volver por la sierra de Espadán. Esta es nuestra España: dos poblaciones a unos 5 kms de distancia, Castellnovo de nombre cristiano y Almedíjar, de topónimo árabe. ¡Qué apasionante es nuestra historia! Y los niños aprendiendo Conocimiento del Medio en las escuelas. ¿El medio de qué? ¿de quemarlo?

Las 11:30 de la mañana y daba por terminada la salidita. Hoy llegaba pronto a casa. Llegué hasta Segorbe y de allí por la vía de servicio hasta casa. Eso sí con paradita en Estivella a visitar a mi primo, que hacía tiempo que no veía. Unas cervecitas, cacaos, un plato de jamón (no había almorzado, jejeje) y a comer a casa.

Y hasta la matinal de Torrent, que ha sido este mismo domingo.

Por cierto, aprovecho para agradecer a mis fieles seguidores el haber llegado a las 10.000 visitas. Ni por asomo esperaba yo esto. Y no es falsa modestia. Eso sí, esto me anima a seguir por el camino marcado.
Gracias a todos.