viernes, 3 de diciembre de 2010

II Matinal Motera Tomoka Custom-Sancho Boots Almansa


Se acercaba el puente del Pilar y, cómo no, lo tenía marcado en el calendario. Había una cita ineludible para el 10 de octubre, justo en mitad del puente. II Matinal motera Tomoka Custom en Almansa. Aunque realmente no sé cómo se llamaba. También aparecía como Matinal Motera Sancho Boots. En fin, que lo importante era que actuaban Los Rebeldes, que junto con Loquillo y los Trogloditas fueron mis primeros ídolos de juventud. Bajo su ritmo me desfogué en todos los sentidos en los calurosos veranos levantinos. Aquí en el Mediterraneo de fiesta, me enamoré Bajo la luz de la luna, soy rocker, era rocker, ahora ya no sé lo que soy... Ah sí, que soy motero... En resumen, esta no me la podía perder bajo ningún concepto, motos, rockers, mi chica, pues tampoco se la iba a perder... Hace la friolera de 25 años que estamos juntos y estas primeras bandas de la movida, junto a otras, formaban parte de la Banda Sonora de nuestra vida, de nuestra alocada juventud. ¡Qué tiempos aquellos!
No pintaba bien el fin de semana, pues los cenizos del tiempo no paraban de dar malas noticias. Daban lluvia para todo el puente. Total al final solo llovió el sábado 9 por la noche y el martes 12.
Como no podía ser de otra manera, el puente lo pasábamos en Montán y aunque tenía pensado subir con la moto, la amenaza de lluvias generalizadas, me decían que debía dejar la moto en casa. Bajar el sábado por la noche al Puerto, dormir allí, levantarse y ver como andaba el tiempo. Si no llovía, a Almansa con la moto. Si llovía, coche y dos opciones, acercarnos a Almansa de todas formas o volvernos a Montán.
Todo esto es la teoría, pero cuando salí el viernes del instituto, con la moto, claro está, cuando estaba llegando a casa, decidí que no la podía guardar en el garaje. Total para el viernes también habían dado lluvias y no cayó una gota. Decidido, necesitaba kilómetros, así es que me iba en la moto a Montán. ¡Qué mono, por Belcebú! No sabría explicar las sensaciones que me produce, pero pensar en dejar la moto en casa me producía un desasosiego tremendo. ¿Y si subimos y mañana sábado los moteros de Montán deciden hacer una salidita? Y yo, sin moto. A Montán con la moto.
Y así lo hicimos. Por supuesto, Adrián se vino en la moto conmigo. A la menor oportunidad, la aprovecha. La ruta ya la conocéis si habéis seguido el blog desde el principio. Casi todo autovía excepto los últimos 15 kms de curvas con el alto de Arenillas en medio. Aquí es donde más disfruta el jodido. Imagino que algunos os estaréis echando las manos a la cabeza por llevarme al niño en la moto. Tiene 10 años y ya traté el tema en la entrada anterior. Poco hinchado se queda él cuando entramos al pueblo y nos damos de bruces con el grupo de sus amigos y paro para que se quede con ellos. Pues no se pavonea poco él ni nada, jajaja.
 Estuve todo el viernes y todo el sábado viendo la evolución del tiempo. Vigilando la web de Los Rocinantes de Acero, con quienes íbamos a compartir la matinal, pues ellos nos iban diciendo la evolución del tiempo en la zona. Una cosa es lo que ves por internet, y otra lo que realmente hace. El sábado no llovió en todo el día. Para el domingo se abrían claros en la zona de Almansa, aunque amenazaba lluvia a partir de las 14:00. Cruzaríamos los dedos.
Decidimos bajar el sábado por la noche con el coche y con la moto, para al regreso de Almansa dejar la moto en el Puerto ya, y volvernos a subir con el coche, pues no había muchas perspectivas de que los Moteros de Montán hicieran alguna salida. A las 22:00 cayó un aguacero del copón. Todo el mundo nos decía que estábamos locos. Que nos íbamos a chopar. Y yo erre, que erre, que me iba. Esperamos a ver si paraba y efectivamente a las 24:00 paró de llover. Aprovechamos la circunstancia y nos bajamos a casa a dormir. Mañana veremos. Nos esperaban 142 kms de incertidumbre.

La mañana siguiente amaneció con nubes y claros. Entré en los dos foros donde se anunciaba la matinal por si la gente se había echado atrás, pero no. La salida seguía en pie. Pues nada, en marcha. Quería llegar pronto a la Pink Panther para que Pili viera el ambientillo de las motos en el lavadero de coches a los pies de la Pantera Rosa. Mi gozo en un pozo. La desolación más absoluta. La Pink Panther vacía, ni una sola moto. Qué mal pintaba la cosa. No llegué ni a parar y crucé los dedos para que en el Cafestore de Masalavés hubiese alguien por lo menos. Así fue. En la puerta había varias motos aparcadas. Ufff. Tampoco pasaba nada si íbamos solos, pero me apetecía rodar en grupo para que viera Pili qué era aquello. Entramos al cafestore y si yo soy cortado, Pili aún lo es más. En fin me animé a saludar a todos, uno por uno. A los que conocía ya y a los que no. Allí estaban Pájaro y Patri, Mathius y Alicia, Corso y su chica, Chiwi, sin María, Ander y su hijo, Fratres y el suyo, Jacks, Mosset, Danybiker... No sé si me dejo a alguien, creo que no.
Tras un poquillo de retraso, pues faltaba por llegar Jacks desde Castellón, nos pusimos en marcha. Chispeó un poquito, pero hacia el interior aclaraba bastante. Al final parecía que íbamos a tener suerte.
La ruta fue sin contratiempos. Todo autovía hasta Almansa, tan solo destacar lo que sufren las 125 cuando la carretera se pone cuesta arriba. Pero llegamos a Almansa sin novedad. Encontramos el lugar de la matinal sin muchos problemas, aunque no estaba muy bien señalizado. A pesar de llegar un pelín tarde no había mucha gente. El tiempo no acompañaba. En la zona, bastante abierta, hacía bastante frío. Pagamos la entrada, 6€ y fuimos  a las barras a almorzar. Primera decepción. Un mini bocadillo de fiambre, con una loncha de lo que fuera... Segunda decepción, ningún sitio donde sentarte a almorzar, así es que tuvimos que almorzar de pie, si se le puede llamar almorzar a pegarle dos bocados a un cacho de pan con una loncha de salchichón transparente.
En el recinto cerrado por una valla metálica había poco que ver. Un par de paraetas bastante pobres y dentro del edificio una tienda improvisada de los patrocinadores del evento: Sancho Boots. Tras el tentempié, nos metimos dentro, más por evitar el frío que por comprar algo.
En el grupo notaba yo un cierto aire enrarecidillo. Algo disperso. Como partido. Algo no iba bien y no sabía muy bien qué. Una vez más me sentía fuera de lugar. Aunque en principio pensé que el ambiente rarillo era hacia mí, luego supe que no. Bueno, o eso espero, jejeje.
Llegaron los Rocinantes. (Foto Rapiñada de Cerezo)
Los Dracs de la Llum ya estaban allí. (Foto Rapiñada de Cerezo)
Intercambiamos saludos y parabienes. La mayoría habían venido en coches, pues parece ser que de donde venían ellos había agua. De hecho a mitad de mañana, pasaban unas nubes oscuras bastante amenazantes. Pero no descargaba ninguna. En el escenario Marcos Elvis emulaba al Rey. Ambiente rockabilly, pero pocas motos y poca gente.
Decidimos calentarnos un poquillo tomando café y en compañía de los Rocinantes, fuimos a buscar un restaurante en el polígono cercano. (Foto Rapiñada de Cerezo)

Por fin, refugio, calorcito. Cafetito caliente y charla amena con algunos rocinantes. Con Cerezo y Reverendo, los dos expulsados de Espíritu Custom. Al resto no pude saludarlos... Este carácter mío... En fin, buen ambiente de hermanamiento entre Dracs y Rocinantes. Muy pocos de estos dos grupos quedan por el foro de Espíritu Custom, pero aún queda alguno. (Foto Rapiñada de Cerezo)
De regreso al recinto comenzaron a tocar los Dalton. Tres generaciones de rockabillys en el escenario. Buen ritmo y a esperar a los Rebeldes. Pili y yo cogimos posiciones. El resto se desperdigó por ahí sin acercarse demasiado. (Esta foto ya es mía)
Las nubes amenazaban con soltar agua a mansalva, pero seguían pasando sin descargar. Cada vez que las nubes tapaban el sol se notaba un fresquito del copón. Por fin salieron los Rebeldes con Carlos Segarra al frente. Un poco fresco salió. Menuda voz traía. Como él dijo, ni se acordaba de cuándo fue la última vez que hizo un concierto por la mañana. 


Pero bueno, hizo lo que pudo. Tocó 5 ó 6 canciones. Incluso salieron un par de antiguos componentes, el bajo y teclista 




y de pronto rompió a llover. Salimos todos zumbando a protegernos de la lluvia. Carlos dijo que si paraba seguirían.



Encontramos a los Dracs y nos dijeron que los Rocinantes ya se habían marchado. Por tanto no habría comida de hermanamiento. La verdad es que el tiempo te quitaba las ganas. Algunos Dracs aprovechaban para marcharse también. Los que habían venido en coche. Paró de llover y el resto de los que quedaban también iban a aprovechar para largarse. Pararían a comer en algún sitio. Pili y yo decidimos quedarnos. Había ido a ver a los Rebeldes y a comer con Dracs y Rocinantes. Si lo segundo ya no podía ser, al menos terminaríamos de ver el concierto. Así es que nos quedamos solos.  Decidimos comprar un bocadillo en el mismo recinto, esta vez eran más grandes y calientes. Así ya no tendríamos que parar a la vuelta.
Se reanudó el concierto y tras 3 ó 4 piezas más con la actuación de Chiqui Martín en "Eres especial" se dio por finalizado el concierto. Ni otra ni leches. Carlos Segarra salió disparado del escenario, por si acaso la gente insistía mucho. Se le veía con unas ganas de salir de allí de la ostia. Y es que realmente nos habíamos quedado cuatro gatos. Tras la reanudación del concierto, grabé unpar de canciones con el móvil, pero como no tienen muy buen sonido y aún no sé como se cuelgan los videos, pues os ahorro el sufrimiento. Mientras yo grababa los videos, Pili debía encargarse de hacer algunas fotos durante la actuación de Chiqui Martín. Ejem... esas fotos no salieron, no sé yo muy bien por qué, jejeje.
Ya no quedaba nada más por hacer allí. Otra de las razones que me llevaron a ir a Almansa era ver el castillo, pero de la manera que estaba el tiempo, mejor lo dejábamos para otra ocasión. Cogimos la moto y de vuelta a casa, no sin antes parar a tomar un café calentito que hiciera más soportable el viaje de vuelta. No nos cayó ni una gota y el solecito se agradecía.
Conclusiones finales:
Como matinal fue penosa y me atrevería a decir que un engaño. Pero bueno, vi a los Rebeldes por 6€, aunque ese concierto no pasará a los anales de la historia de los Rebeldes. Al parecer se llevó todo el presupuesto el grupo estelar, porque lo demás no fue más que una maniobra de marketing para vender botas disfrazada de matinal. Una pena.
En cuanto al encuentro con los Dracs de la Llum, un tanto rarito. Aquí se empezaba a gestar la separación de este grupo con el que yo me inicié en esto de las matinales. Tampoco he indagado mucho, pero al parecer una parte del grupo quiere "legalizar" su situación en el mundillo biker y formar un Motogroup, mientras que la otra parte quieren seguir por libre sin dar cuentas a nadie.
Curioso este mundo del Custom. A este tema, no el de los Dracs, sino el de los Mcs, Mgs, Gangs y free Riders le dedicaré una entrada más adelante. Aprovechando la escasez de salidas por el invierno, daré rienda suelta a mi teclado en este y en otros temas relacionados con el mundo biker.
Por último, el encuentro con los Rocinantes de Acero, bastante descafeinado. Estuvieron poco tiempo y no se pudo hacer esa comida conjunta. En fin, otra vez será. Por cierto, me encanta el nombre del grupo, es de los más originales que me he encontrado por ahí. El de Dracs de la Llum también me gusta, eh, no se me vayan a enfadar mis valencianos.
En resumen, un fiasco de matinal y me reafirmó
en mi firme porpósito de abandonar este tipo de 
eventos. Aunque aún me quedaba una a la que 
asistir: Cocentaina.

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