jueves, 25 de agosto de 2011

Improvisando con CEDRILLAS, Teruel

Se andaba gestando la salida estival de los Moteros de Montán. El año pasado fuimos al "Rincón de Ademuz" y era mi primera salida con ellos. Todos los años hacen una salida de 3 o 4 días. Este año tocaba Granada, pero no fui. No pude ir. Tengo dos meses de vacaciones, julio y agosto (es lo que tiene la enseñanza, jejeje) y me plantan el viaje a finales de junio. Cuando más trabajo tengo: corrección de exámenes finales, evaluaciones, entregas de notas y todas esas gaitas. Se iban en jueves y me resultaba imposible. Total que no fui. Pero la salida en agosto, ruta y una buena comida, no me la iba a perder. El objetivo, Sigüenza. Ya conocía la ciudad, porque fue el destino del aniversario hace dos años, pero daba igual. Lo importante era rodar y comer entre colegas. Hicimos un almuerzo para hablar de fechas y concretar. Fuimos unos 15, pero al final a la salida solo nos presentamos 10. Bueno, es difícil poner una fecha que convenga a todos. El que más y el que menos está de vacaciones, tiene obligaciones familiares, etc... Fecha de salida viernes 12 de agosto. Hora de salida 7:00h, lugar de la quedada, el "concreta", como se conoce familiarmente al Bar Nuevo Acceso , en Montán. Había quien venía desde Valencia, con lo que tuvieron que salir a las 6 de la mañana.

A las 6:50 ya estaba yo en el bar y los de Valencia ya hacía rato que esperaban. Poco a poco fueron llegando todos y la salida se retrasó 20 minutos hasta que llegó el último


Arrancamos motores y enfilamos hacia la CV-195 rumbo a Caudiel para coger la A-23 en Jérica. Antes de salir se barajaban varios lugares para almorzar. Venta del Aire, la misma Sigüenza, La Puebla de Valverde... El primero parecía demasiado próximo. Sigüenza, demasiado lejos. Parecía ser la Puebla la que tenía mejor aceptación. En fin, decidiremos sobre la marcha. Arrancan todos y salgo penúltimo.

Apenas llevábamos 3 kms en marcha, subiendo el puerto de arenillas, popularmente conocido por el "collao", cuando Ñoqui, que va dos puestos por delante de mí, empieza a hacer gestos de luces con la mano. Aminora la marcha y hace gestos hacia detrás. La moto que se interpone entre él y yo lo adelanta. No sabía si era yo o el "Curro", que cerraba la marcha, el destinatario de los gestos. Ahora sí, sin moto en medio que nos separe, me hace directamente las indicaciones a mí. Miro a ver si llevo puesto el intermitente y no lo llevo, pero él insiste. Decido parar y el "Curro" nos adelanta. Ñoqui se para conmigo y me dice: "No llevas luz".

"Joder, maldita sea mi estampa..." bajo de la moto y verifico el asunto. Me bloqueé y le dije "Tirar sin mí, que yo me vuelvo. Sin luz no puedo ir." Ñoqui me dice: "Espera, que los pillo a ver si alguno lleva alguna bombilla..." Y desaparece en la curva.

Y allí me quedo yo, maldiciendo mi mala suerte, a  las 7:30 de la mañana en medio de la ascensión del "collao", en la cuneta. Me viene a la memoria aquella canción de los Rebeldes "Colgados en la carretera"...


Mientras espero noticias, sopeso las posibilidades que tengo. Volverme a casa. Sin luz no puedo circular. Pero pienso que si ahora no es obligatorio llevar un juego de lámparas esto puede pasar. Se me abre una pequeña luz. Tiro "palante" y en Jérica buscamos un taller que me ponga la puñetera bombilla. Tras 20 minutos sin noticias arranco y sigo marcha hasta Caudiel, así evito que si vuelve alguien tenga que bajar hasta donde estaba yo. Llego a Caudiel sin cruzarme con nadie. Hummmm... Paro en Caudiel y saco el móvil. 4 llamadas perdidas de Ismael. Me ha pillado subiendo y no lo he oído. Llevaba mi móvil, pero no me va el Bluetooh, con lo cual no lo llevaba conectado al intercomunicador. "No pasa nada", pienso. "Estarán esperándome en Jérica". Llamo a Ismael. No lo coge. Eso quiere decir que está en marcha. Quizás volviendo. Voy hacia Jérica y nos encontramos.  Llego a la rotonda antes de Jérica, donde suelen parar para reagruparse cuando ha habido desbandada, y ni rastro. Vuelvo a sacar el móvil. Llamo a Ismael. Sigue sin cogerlo... Encima me doy cuenta de que me queda apenas batería. ¿Cómo es posible? Anoche estaba a tope. Cuando se tuercen las cosas... ¡No sabía que hacer! Si me movía de la rotonda, ya no los encontraba. Pero si quería poner la bombilla tenía que entrar en Jérica. Pero si ellos volvían por la autovía no me verían y como me quedara sin batería en el móvil apaga y vámonos. Ya no nos encontrábamos en toda la mañana. Tampoco podía quedarme allí toda la mañana. Eran ya las 8:30. Vuelvo a llamar a Ismael. Sigue sin cogerlo y si están en marcha no están volviendo... Hummm En fin que decido volverme a Montán... "¡Ostias, que mañana me tengo que ir a Játiva a una comida con compañeros de la facultad! Y con el coche no voy..." Descartado que estén volviendo, decido ya buscarme la vida para poner la bombilla para poder irme mañana. Hoy ya había perdido la batalla, pero mañana... No podía perder dos salidas por una puñetera bombilla.

Objetivo, poner la bombilla. Una vez puesta, intentar localizarlos mientras estén almorzando, supuestamente en la Puebla de Valverde. Si consigo la ansiada luz les alcanzo mientras almuerzan y ya continuamos.

Llego a Jérica. Los talleres cerrados. Hay que esperar a las 9 o 9:30, no se sabe muy bien. En vez de esperar, pienso en bajar a Segorbe, que al ser más grande algo encontraré. Pero eso es ir en dirección contraria. Mejor voy hacia Barracas y  me acerco más a ellos. 20 kms por autovía, rezando para no cruzarme con la Guardia Civil. Llego a Barracas. Un solo taller. Cerrado. Pregunto en el bar a qué hora abren. No abren. En agosto solo tienen el servicio de grúa y solo lo abren si hay aviso. Jooooooooderrrrr. Me recomiendan seguir hasta Sarrión. Allí, seguro que arreglan mi problema... Pues nada, a Sarrión, total 23 kms más, pero me sigo acercando a ellos, pues La Puebla de Valverde se encuentra a 16 kms de Sarrión. Eso si han parado allí a almorzar, que tampoco lo sabía.

Para ir a Sarrión, decido abandonar la autovía y meterme en la N-234, que va paralela a la A-23, con el fin de evitar un encuentro con la GC. Defintivamente esta mañana debía haberme quedado en casa. A 3 kms de Sarrión me veo venir de frente un coche blanco y verde. ¡Qué bonita es la mañana! Por suerte, se quedan mirando, pero no me dicen nada, así es que acelero para llegar antes a Sarrión. Veo dos talleres, el de la Citroen, cerrado. Por fin veo el de la Renault abierto. Les explico el problema y deciden ayudarme. El operario me dice que no ha tocado una moto en su vida, pero supone que la bombilla será standar. Artús, échate a temblar... Fijo que al ser Americana no vale cualquier bombilla... Y con la suerte que tengo esta mañana... Empieza a desmontar el faro y en vez desmontarlo lo que hace es moverlo. No se había dado cuenta de que los tornillos para desmontarlo no son los frontales, sino los laterales. El pobre hombre me ve la cara de desesperación y me tranquiliza. "Ya te he dicho que no había tocado una moto nunca, pero no te preocupes que te lo arreglo después..." El desánimo me invadía. Por fin saca la jodida bombilla. Efectivamente, está fundida, por lo que a priori descarta cualquier otro problema. Y lo mejor, la bombilla es standar y valen las de coche. La monta, la prueba... Ya tengo luz. A ponerlo todo en su sitio y a regular el faro. Lo consigue. 20 € la broma y a rodar.

Mientras el hombre acababa de regular el faro vuelvo a llamar a Ismael. Sigue sin coger el teléfono. Mi móvil está en las últimas. Decido mandarle un SMS: "Estoy en Sarrión, ya tengo luz, voy a la Puebla de Valverde, si estáis allí, bien. Si no, me vuelvo a Montán". Arranco y me voy para La Puebla. Son ya las 10 de la mañana. Para llegar antes, vuelvo a coger la A-23. Llego a la Puebla. Están en fiestas y colocando las barreras y los palcos para los toros, pero ni rastro de los moteros de Montán. Definitivamente, me vuelvo a casa. Total, ya tengo luz y me puedo ir mañana a Játiva... Abro el móvil y tenía 6 llamadas perdidas de Ismael. Eso quiere decir que han parado a almorzar, pero ¿dónde? Lo llamo y por fin puedo hablar con él. Y el móvil a punto de acabarse. Están almorzando en... ¡¡¡Monreal del Campo!!! a 80 kms... Y llevaba ya 60 rodando en solitario... me vinieron muchas cosas a la cabeza en ese momento... "Vente que te esperamos...". Los ánimos estaban por los suelos, no tenía ganas de nada, pero le dije que sí que subía.

Rodando en solitario hacia Teruel iba analizando lo que había pasado y no sabía muy bien qué pensar... El angelito bueno de la oreja izquierda me decía entre los acordes de "Dueling banjos": "La culpa es tuya por decirle a Ñoqui que te volvías a Montán". Pozí. Pero el angelito malo me decía por la oreja derecha, "pero Ñoqui ha dicho que iba a ver si alguno tenía una bombilla y están almorzando todo "preocupados" en Monreal del Campo, a 136 kms de donde te has parado... mucha intención de ayudarte no tenían..." Pos también. Y el angelito bueno: "Pero es que por una luz tampoco es como para pararse, que no se acaba el mundo". Pos también es verdad. Y el malo: "Pero tu eres novato y el único que paró también. Si cualquier otro te hubiese dicho... Tira palante que no pasa na. Que en el primer taller que veamos la cambiamos...".

A todo esto, llego a Teruel. Sigue sonando en el intercomunicador la banda sonora al completo de "Delivrance" y veo por el rabillo del ojo un letrero de salida: Alcañiz, Cedrillas. Fue instintivo. Puse el intermitente y me salí de la A-23 cogiendo la A-226 con rumbo a Cedrillas.

Me quedaban 60 kms hasta Monreal del Campo, por autovía. Estaba ya hasta el culo de la autovía. Los angelitos me tenían comida la moral y con la picha hecha un lío y los ánimos por los suelos. Estaba cabreado conmigo mismo, con la moto, con la bombilla, con la autovía, con la GC, con los moteros de Montán... en fin, con el mundo. Como no sabía cómo iba a reaccionar cuando supiera lo que había pasado, pensé que lo mejor, ya que tenía que rodar solo, era hacerlo por donde me gusta, por las montañas. Y Cedrillas lo tenía pendiente por tener un castillo. Total, Sigüenza ya lo conocía, y si había decidido ir a esta salida era para rodar en grupo, no para ver Sigüenza...

Y aquí comienza la improvisación. Fue un punto que me dio. Ver Cedrillas y poner el intermitente fue un acto instintivo. Y acerté de lleno. Mandé a tomar viento a los dos angelitos y me propuse arreglar una mañana que había salido torcida. Por la A-226 llegas a una altura de 1600 m en el puerto de Cabigordo. Las montañas sin apenas vegetación. Pastos de alta montaña. En invierno el paisaje nevado debe ser fantástico. Y a partir de ahí, el descenso hacia Cedrillas, donde me había propuesto almorzar. La A-226 es la carretera que une Teruel con Cantavieja y por lo menos hasta Cedrillas es espectacular, por el trazado y por el paisaje. Conforme bajas va apareciendo la vegetación, sobre todo pinares. Paré en mitad de descenso y aproveché para llamar a Ismael para decirle que no me esperaran, que me volvía a Montán. Se extrañó, pero percibí que intuía que me había cabreado. En realidad sí, pero un poco por todo. Le dije la verdad. No tenía cuerpo para seguir y prefería volverme por las montañas a comer a casa. Insistió en que fuera, pero vio que no había nada que hacer. Les deseé suerte en el viaje y me propuse disfrutar del resto de la mañana. Igual hasta llegaba pronto a casa para comer, jejeje. Por cierto llamé para avisar de que iría a comer y no di muchos detalles. Simplemente dije que me había quedado sin luz y que volvía a casa.

Llegué a Cedrillas y lo primero que busqué fue el acceso asfaltado al castillo. No lo había. Lo segundo que busqué fue un bar para almorzar. Sí lo había. Al lado de la carretera. Aparqué la moto al lado de las mesas y almorcé como un señor. Bocata de tortilla de jamón con cocacola. Vinieron unos amigos...


No me quitaron ojo en todo el almuerzo...Bueno, a mí no, al bocata. Eso sí, en cuanto se acabó el bocata, se fueron por donde habían venido. Jejeje. Creo que ahí esbocé la primera sonrisa de la mañana. Un cortadito y un puro. Me tomé el almuerzo con tranquilidad, a los pies del castillo. Aunque luego le di la vuelta por una carreterilla que rodea la loma. El castillo de Cedrillas del s. XIV




Pregunté si había posibilidad de visitar el castillo... Ya me imaginaba la respuesta, según se estaba dando la mañana, jejeje. El castillo solo se visita los jueves y con cita previa. Era viernes. Y el acceso es por pista de tierra. Andando tampoco estaba lejos, como se puede apreciar en la última fotografía, pero mi cuerpo no estaba para muchas alegrías y hacía mucho calor. Y acercarme para no pasar ni de la puerta...

En fin, que el bar hacía esquina con dos carreteras: La A-226, por la que había venido y la TE-V-8024 que te lleva a Alcalá de la Selva. Uy. ¿De qué me suena a mí esto? Jejeje. No había duda. Por Alcalá volveré a casa. Hasta Alcalá, 15,5 kms espectaculares. Llegas a Alcalá por la parte de atrás, debajo del castillo, de donde sale la carretera hacia Cabra de Mora. En este tramo de la ruta se me quitaron todos los males. Mandé a freír espárragos al par de angelitos que me susurraban en los oídos para poder escuchar los acordes de Lester Flatt y Earl Scruggs evolucionando con la rítmica y el banjo...


Después de esto, la sonrisa que se había esbozado ante la atenta mirada de los canes se dibujó perfectamente en mi semblante y ya no me abandonó hasta llegar a casa a través de Mora de Rubielos, Rubielos de Mora, Olba, la Puebla de Arenoso y Montanejos, ruta que no hacía mucho tiempo, acababa de completar.

Ya en Montán, volví a recibir una llamada de Ismael para decirme que ya estaban en Sigüenza. Que cómo me había ido a mí... Realmente sentí que le jodía lo que había pasado.

En resumen, ¿cómo quedó la cosa? Al parecer todo fue un malentendido. Cuando Ñoqui los alcanzó en la autovía, parados, esperándonos, vieron que yo no venía y dedujeron que me había vuelto a casa... En realidad es lo que le dije a Ñoqui. Además Ismael me llamó al móvil (cuando yo estaba subiendo a Caudiel) y no lo cogí. Por tanto no les puedo culpar de nada. Y menos por pararme por una tontería como una bombilla fundida. Pequé de novato y lo pagué. Ahora bien, yo, personalmente, no hubiese dejado "tirado" en la carretera a un compañero. Y espero que no se moleste nadie por esto.

En resumidas cuentas, que cada vez tengo más claro dónde está mi sitio en este mundo motero: Entre los 15 kms que separan Cedrillas de Alcalá de Selva.

4 comentarios:

  1. La ruta es muy interesante y debe serlo más a caballo de la apuesta montura custom. Lástima de esos camaradas que dejan un colega más tirado que la una.
    Bonita crónica Artus

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  2. Esa ruta creo que con cualquier montura la disfrutas.
    Gracias Yamajos.

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  3. Eso es darle la vuelta a la tortilla ;) Si señor así me gusta...
    Respecto a los compañeros... hace tiempo que prefiero rodar sólo o como máximo dos motos más.. se evitan muchos problemas y se disfruta lo mismo o en mi caso más...
    Para la próxima vez que te pase eso.. bombillas hay en todas las gasolineras, te costarán algo más que en taller normal pero con 5 euros arreglas.. te paras y con calma la cambias tu mismo que está chupao y te vas de la gasolinera todo contento con tu luz y tu satisfacción ;)
    El tan nombrado "compañerismo motero" brilla por su ausencia desde hace muuchos años.. (salvo honrosas excepciones)

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  4. Por lo menos ahora sé cambiar una bombilla y sé qué dos tornillos no tocar.

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