Cuarto día de viaje. 25 de julo de 2012. Toca regresar. Nos esperan cerca de 800 kms de vuelta a hacer del tirón. Con las paradas justas para comer y repostar. Será la última vez que lo hagamos, pues ha sido duro, muy duro. En todo caso lo haremos al revés. Del tirón al destino y volver en etapas que se hará más llevadero. Parece que el primer día tienes todas las fuerzas del mundo, pero el último las fuerzas van ya justas. La espalda se resiente, las manos y muñecas duelen y se agarrotan y las ganas de llegar a casa te juegan malas pasadas en la carretera.
Quedan pendientes cosas en Cáceres, por lo menos Trujillo, pero una vez más, dispone de Parador, con lo cual... Volveremos. Como dije al principio de esta salida han salido 4 futuribles destinos. Oropesa de Toledo, Plasencia, Cáceres y Trujillo. Así es que tampoco es grave no ver ciertas cosas, pues tendremos tiempo de volver.
Tras desayunar lo justito (¡ay mi bufet en el parador...! jejeje) cargamos la moto y nos ponemos en marcha, en dirección a Toledo. Busco llegar a la hora de comer a Manzaneque, donde me recomendaron un mesón donde preparan el cordero lechal más exquisito de la zona. Y doy fe de ello. No sé el resto de la zona, pero allí estaba de vicio.
Pero además Manzaneque dispone de esta pequeña joya arquitectónica del s XV, perfectamente restaurada y con un uso de lo más sugerente. Pertenece al ayuntamiento y algunas de sus dependencias se han convertido en oficinas de este y lo que más me gusta, es la biblioteca. No pudimos verlo por dentro por estar cerrado. Nos conformamos con ver el exterior.
En esa misma plaza entramos en un bar, pensando que era el famoso mesón, que resultó ser el hogar del jubilado, y donde solo nos podían hacer bocadillos fríos... Preguntamos por el mesón y nos dirigieron hacia la carretera. Lo encontramos y lo que aparentemente era un barecillo normal y corriente, se convirtió en un restaurante muy cuco al pasar al comedor. Esta es la salida a una calle lateral. La entrada principal al bar se encuentra en la misma carretera CM-4017
A partir de aquí solo quedaba regresar a casa por donde habíamos venido. Con las paradas justas para repostar y estirar las piernas. De Manzaneque a Tarancón, Cuenca, a buscar Moya, Aras de los Olmos, Manzanera y Montán.
Como queda dicho, último tramo duro por los kms que llevábamos ya a las costillas.
Un total de 1785 kms en 4 días. Sosiego ha aguantado estupendamente para lo que fue traída, para poder disfrutar de este viaje del aniversario que se repite año tras año por estas fechas.
Al año que viene más.
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