Gran Premio Comunidad Valenciana en Cheste

No, no, no estoy desfasado. Es que sigo el devenir de mi historia motera. Y a principios de Noviembre ya se notaba el ambiente por la zona de la cercanía del Gran Premio de Cheste. Para ir a trabajar, paso por delante mismo del circuito y Turís queda a unos 15 kms. Los alumnos andaban revolucionados y no paraban de preguntarme si iba a ir a Cheste el fin de semana. Se echaban las manos a la cabeza cuando les decía que no. Que no me interesaba en absoluto ese mundo. Y es cierto. Antes de tener la moto no me interesaba y después de tenerla, pues tampoco. Me consuela saber que no soy el único. He tenido oportunidad de charlar con varios moteros que no siguen las carreras. Recuerdo en la matinal de la Pobla de Vallbona, mientras tomábamos café en un bar, en la tele justo encima de nosotros, estaban puestas las carreras y ninguno de los cuatro que allí estábamos echó una mirada ni siquiera de reojo a la tele para ver cómo iban. Por otro lado en los foros dedicados al custom por los que me muevo, nadie hizo ningún movimiento para organizar una salida para ir a Cheste.
En fin, que ya estaba yo convencido de no ir a Cheste cuando a mitad de semana recibo la llamada de Ismael, de los Moteros de Montán. "Nada, que este sábado hemos organizado una salidita a Cheste". Me pilló desprevenido y no supe que responder. Le dije que lo más seguro era que no, pero ya le llamaría el viernes para confirmarle una cosa u otra.
Nunca he estado en un evento de ese estilo, pero si acabé harto de matinales, no me apetecía nada en absoluto meterme en territorio R. Je, je, je. He visto Cheste por la tele los días previos a las carreras y me parecía una locura. Tengo un compañero que vive en Cheste y me lo confirma palabra por palabra. Demasiados descerebrados juntos. Demasiadas locuras. Mis alumnos me iban contando anécdotas escalofriantes. Atropellos, muertes, imprudencias varias... En definitiva que no iría a Cheste.
El viernes, cuando volvía a casa con la moto, como cada viernes, el ambiente motero ya se vivía intensamente. Los 20 kms de la A3 entre Cheste y Valencia estaba infestado de motos. En ambos sentidos. En apenas 15 minutos que dura el trayecto, me rebasaron unas 100 motos, por la izquierda, por la derecha... La mayoría Rs y Nakeds, aunque también bastantes Trails. Y entre tanto caballo desbocado una Vulcan 900. Esto confirmaba mi idea de que este evento es eminentemente R. Al llegar a casa llamé a Ismael para decirle que no iría. "Venga hombre, que salimos poco. Para una vez que salimos...". "Ismael, yo lo que quiero es rodar". "Si vamos a almorzar y luego ha dicho Pitu que haremos una ruilla cerca..." . La verdad es que sí salen poco y tampoco era plan no asistir. Estoy empezando con ellos y lo de la rutilla tras almorzar me hizo cambiar de idea. ¡Qué flojito soy!
Habían quedado a las 8:30 para salir desde Montán. Les dije que me llamaran cuando fueran a salir y les esperaría en el control de pesaje que hay en la autovía en Sagunto. Me levanté tranquilamente a las 8:00 a esperar la llamada. 8:45 y sin noticas. A que me han olvidado... 8:50. Llamada por fin. "Que se me ha olvidado llamarte y estamos ya en Segart". Joder.... Pues nada, deprisa y corriendo a por la moto y para Sagunto. Cuando llegué al punto de encuentro ya estaban allí. Manuel, Alfonso, Ismael, Miguel (con la única custom) y un par más nuevos que no conocía y no eran de Montán. Un familiar de Miguel y un amigo de Ismael, ambos con trails. 

Manuel se pone en cabeza y se pone a tirar. Mucho tráfico, pero al haber tres carriles no me resulta difícil seguir el ritmo. Soy el más lento de todos. Apenas hay unos 50 kms hasta Cheste, pero el tráfico hace que el grupo se parta varias veces. ¡Qué diferencia a rodar con un grupo custom! Je, je, je. Perfecta formación en zigzag, ocupando un carril. Si se rompe por alguna circunstancia, reagrupación inmediata en cuanto se puede. Con estos... Yo tiro y el que pueda que me siga. Maricón el último y no vale mirar "patrás". Había bastantes motos en el By-Pass de circunvalación a Valencia, pero al llegar a la A3 el ambientillo iba en aumento. Cogimos la salida a Cheste pueblo y nos pusimos a buscar el bar donde habíamos quedado, en medio de todo el berenjenal. Justo en la famosa calle que sale en la tele cuando cada cual se dedica a pasear su moto entre la gente mientras esta vitorea a los más aguerridos: caballitos, con delantera o trasera, eso da igual; frenadas estratosféricas, derrapajes, caídas...

Aparcamos las motos y fuimos al bar. Allí nos esperaban los 3 que faltaban, Pitu, su primo y Ñoki, el sobrino de Miguel y el tercer custom del grupo, también lleva una Drag Star, pero negra.

Almuerzo en condiciones, charla amena, cafecito...

Llegué, vi y me fui... jejeje. Pues eso. Lo que ya me esperaba. Un montón de motos, bastante gente para ser las 10 de la mañana; algunos salían de entre sacos de dormir de dentro de los coches, con cara de haber pasado una noche... una noche espesita, jajaja. Vaya caretos llevaban.
Lo dicho, muchas rs y nakeds, sobre todo, también bastantes trails y pocas, muy pocas customs. Hablo del pueblo eh, no del circuito. Tras el almuerzo, yo pensaba que haríamos una rutita por los alrededores, pero para mi sorpresa, dijeron que era muy tarde ya para hacer rutitas, eran ya las 11:30 de la mañana. Plantón en la puerta del bar, pues hemos perdido al amigo de Ismael que al salir del bar se ha ido hacia el otro lado. Mientras esperábamos, hemos estado oyendo un concierto de acelerones ofrecido por un buen muchacho que ha estado dándole al manubrio un buen rato. Como no hacía suficiente ruido, le han quitado los escapes. Ahora sí... Ande va a parar... Grrrrrr. Por fin ha llegado el que faltaba y hemos dado una vuelta por las calles del pueblo, llenas de motos y barras que sacan los bares a la calle. 

Demasiado ruido para mí. La gente bien, aunque había algunos que todavía seguían con la fiesta de la noche anterior y estaban un poco desagradables, hasta poniendo en peligro a las motos que pasaban calle arriba, calle abajo, algunas no despacito, precisamente.
Alguna curiosidad. Estaban graciosillos con los anuncios en la puerta de una inmobiliaria:

En fin que me he cansado enseguida y aprovechando la excusa de tener que llevar a mis padres al aeropuerto a las 15:00h, a las 12 me he despedido del grupo y me he largado de allí.
A partir de ahí, lo mejor de la mañana. Hacía un día estupendo para rodar y eso he hecho. Había pensado volver por la autovía, pero he mirado hacia las montañas y sin saber por dónde iba, allá me he encaminado. Y vaya lujo. Cuanto más me alejaba de Cheste y más se empinaba la carretera iban desapareciendo las Rs y apareciendo las Customs, jejeje. Otra curiosidad, confome me alejaba de Cheste los saludos, que en los alrededores del circuito han sido inexistentes, han comenzado a ser más habituales y ya en el puerto, cada uno que me cruzaba saludaba. Esto es normal, en los alrededores de Cheste era inviable saludar a todo el mundo. Hubiese tenido que manejar el manillar con las rodillas.
Había salido a la A3, cuando al girar la vista a la izquierda he visto las montañas de la Sierra Calderona y me acordé de mi amigo Bicipalo. Allá que me fui. Salí por la salida de Ribarroja

Ver mapa más grande


Como veis, he aprendido a poner el mapa del google maps. Antes le hacía una foto.


He parado en el Puerto de Montmayor cerca de Alcublas en la sierra Calderona a respirar en la soledad del monte. Impagable. Hacía media hora estaba oyendo las Rs en competición decibélica en parado y ahora el silencio más absoluto. 

El ascenso ha estado muy guapo, pero aún quedaba el descenso hasta Altura. Peor carretera, pero también muy entretenida. Al llegar a Altura, no había más que coger la A23 (cada vez que escribo la palabra "coger" pienso lo bien que se lo tiene que pasar Kondor, jijiji.) y directos para casa. Había que comer tempranito para poder llevar a mis padres al aeropuerto, pues iniciaban un viaje de 21 días por tierras argentinas.


En fin, he terminado arreglando una mañana que parecía iba a acabar en otra mañana perdida.
No me busquéis en Cheste al año que viene, jejeje.Como mucho, hasta la hora de almorzar.